La subida fue generalizada tras un fin de semana largo en Estados Unidos. Todos excepto uno de los 10 principales sectores del S&P cerraron con ganancias de más del 2 por ciento.
Las esperanzas de más medidas de estímulo de parte del Gobierno chino se avivaron tras datos que mostraron el martes que las importaciones chinas se contrajeron mucho más que lo esperado en agosto, disminuyendo por décimo mes consecutivo.
Las acciones chinas repuntaron sobre el cierre, propagando un rebote en las bolsas globales.
El promedio industrial Dow Jones ganó 390,30 puntos, o un 2,42 por ciento, y cerró en 16.492,68, mientras que el S&P 500 subió 48,19 puntos, o un 2,51 por ciento, y terminó en 1.969,41 unidades. El Nasdaq Composite ganó 128,011 puntos, o un 2,73 por ciento, y terminó en 4.811,930.
Los tres referenciales habían sufrido pérdidas de al menos 3 por ciento la semana pasada.
Como se puede apreciar los mercados financieros globales han sido afectados en las últimas semanas por temores a que una desaceleración de China podría agudizar la debilidad del crecimiento global, lo que llevó a algunos inversores a apostar a que la Reserva Federal demorará un alza de tasas de interés hasta fin de año.
También las acciones de Apple dieron el principal impulso al S&P y al Nasdaq, con una subida del 2,8 por ciento a 112,31 dólares, un día antes de que el fabricante del popular iPhone anuncie los lanzamientos de nuevos productos.
