La Alianza del Pacífico será el parteaguas en la historia de América Latina, porque es un acuerdo ambicioso que avanzará al libre comercio y que parte de una desgravación inicial del 90 por ciento de las
fracciones arancelarias, mientras que el 10 por ciento restante se hará paulatinamente, explicó el subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig.
Es tan atractivo que, además de fomentar el comercio y las inversiones en Colombia, Chile, Perú y nuestro país, fortalecerá y consolidará la presencia de México en la región, además de que al ser una iniciativa de gran calado ya tiene observadores como Canadá, Paraguay, Uruguay, Costa Rica, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Brasil, Corea y España, agregó De Rosenzweig.
Esos tres países de Latinoamérica son el mercado natural de nuestro país hacia donde podrán crecer más las exportaciones mexicanas, dijo Fernando Ruiz Huarte, del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior.
Se tienen tres ventajas al consolidar en un solo acuerdo a dos o más tratados bilaterales, agregó Leycegui, especialista en comercio exterior.
En ese sentido, explicó que se crea una zona comercial más amplia, que va más allá de una relación entre dos países; se atienden los temas pendientes que habían quedado sin liberalizar en los tratados y se facilita el comercio, al generarse reglas comúnes.
Hay altas expectativas en la Alianza del Pacífico, porque el objetivo es que el 100 por ciento del comercio quede libre de arancel, se homologarán las reglas de origen, se incluye el capítulo de compras del sector público, el cual no existió en el tratado México-Perú, y se revisan los temas de procedimientos aduaneros, entre otras ventajas.
Los países que conforman esta alianza reúnen el 35 por ciento del PIB de América Latina y representan el 55 por ciento del comercio de la región.
Apenas el miércoles, Costa Rica firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, con lo cual se incorporaría a la Alianza del Pacífico, una vez que el Congreso de ese país lo apruebe.
