La facturación creció en todas sus líneas de negocio, salvo en Fisher-Price, con una mejora del 14% en el caso de su popular muñeca.
Sin embargo, las mayores ventas no impidieron que el beneficio del grupo hasta marzo cayera un 33%, situándose en los 16,6 millones de dólares (11,5 millones de euros).
Este recorte viene provocado por el encarecimiento de las materias primas y los costes de transporte, así como por un aumento en los desembolsos que está exigiendo su batalla legal contra MGA Entertainment a cuenta de las muñecas Bratz.
Esta situación ha llevado al grupo a anunciar una subida de precios de casi un 10% desde principios de mes.