El Bajío es el nuevo corazón industrial de México y avanza con paso firme para convertirse en el centro manufacturero de América del Norte. La palabra clave es continuidad en políticas públicas de largo aliento, que en los últimos 15 años generaron un entorno favorable para atraer inversiones.
De la mano de la industria automotriz y aeroespacial, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y San Luis Potosí desplazaron a las grandes ciudades del norte de la República mexicana en construcción y ampliación de parques industriales, lo que representa un nuevo despertar para la región.
Mientras que en el Bajío la tasa de crecimiento en complejos industriales fue de 10 por ciento en el primer semestre de 2012, en el norte (Chihuahua, Ciudad Juárez, Matamoros, Mexicali, Monterrey, Nogales, Nuevo Laredo, Reynosa, Saltillo y Tijuana) el repunte fue de apenas 0.35 por ciento.
Según la firma inmobiliaria Jones Lang LaSalle, 80 por ciento de la superficie construida el año pasado se encuentra en los estados que conforman la región del Bajío, impulsada por la llegada de Bombardier, Eurocopter, Pirelli, Volkswagen, Honda, Mazda, Nissan y General Motors.
Jaime de Jesús Otero tiene 22 años y desde que era niño soñaba con construir aviones. Hoy el joven originario de Guanajuato cursa ya el penúltimo cuatrimestre de la carrera de Ingeniería en Aeronáutica y Manufactura que imparte la recién creada Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ).
Gracias al boom de clústers industriales, Jaime comenzó hace una semana sus prácticas profesionales en Bombardier, uno de los principales fabricantes de aviones en el mundo y que se ubica a sólo unos cuantos metros de su escuela.
Feliz y motivado, el muchacho considera que debe haber un cambio de actitud para aprovechar el arribo de capitales, con lo que se abren grandes oportunidades de desarrollo para las nuevas generaciones.
“Hay bastante inversión en aeronáutica, han llegado muchas empresas a Querétaro y la verdad, para todos los chavos que les gustan los aviones, hay opciones y fuentes de empleo. Cuesta un poquito de trabajo, pero echándole ganas es posible salir adelante”, comentó Jaime de Jesús Otero.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, El Bajío es hoy la zona industrial de más rápido crecimiento de toda América Latina. En 2012, las cuatro entidades que conforman la región captaron mil 419.2 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED), equivalente a 11 por ciento del total de recursos que atrajo el país en su conjunto.
Apenas el pasado 2 de mayo Honda anunció una nueva inversión de 470 millones de dólares para abrir una planta de transmisiones en Celaya, Guanajuato, a menos de dos meses de que se inició la construcción de una ensambladora en el mismo municipio con valor de 800 millones de dólares.
Al mismo tiempo, Mazda trabaja a marchas forzadas en su planta de Salamanca, que costará 650 millones de dólares y donde inicialmente producirá 140 mil vehículos al año.
Con el renacimiento del Bajío, las ventas vinculadas a la industria automotriz aumentaron 14.9 por ciento en los primeros seis meses del año pasado, el doble del crecimiento promedio de las exportaciones manufactureras, y el sector aeroespacial avanzó a una tasa anual de 20 por ciento de 2006 a 2012, colocándose en cinco mil 400 millones de dólares.
