“La mayor parte de nuestra producción siderúrgica se consume internamente”, destacó el portavoz de la cartera de Comercio, Shan Danyang, al tiempo que aseguró que “China no subvenciona sus productos para fomentar las exportaciones”.
Miles de obreros alemanes del sector siderúrgico se mostraron en contra de los productos de acero importados desde China. En ese contexto, se sumó la decisión del gigante siderúrgico indio Tata que cerró una importante fábrica en Reino Unido, generando gran impacto en la comunidad internacional entorno a la responsabilidad de la producción china.
Según Shen, “el gobierno chino ha emprendido acciones para solucionar el exceso de su capacidad siderúrgica” y advirtió que China continuará ampliando el consumo interno de los productos de acero.
El gigante asiático es uno de los principales productores, consumidores y exportadores de acero. Entre 2011 y 2015 las autoridades chinas cerraron instalaciones obsoletas con una capacidad de producción superior a los 90 millones de toneladas.
Asimismo, adelantó el funcionario chino, el país asiático continuará reduciendo la capacidad de acero crudo entre 100 y 150 millones de toneladas en los próximos cinco años.
Según Shen, el exceso de capacidad es un problema que deben afrontar todos los países productores de acero del mundo, y es un desafío común que debe ser resuelto por todos los países concernientes de manera conjunta.
