Las exportaciones brasileñas de granos forrajeros a México aumentaron con fuerza en los últimos seis meses, luego que en mayo el gobierno mexicano envió una delegación para abrir nuevas rutas comerciales con Brasil para reducir la dependencia de Estados Unidos. Los datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) de Brasil mostraron un crecimiento exponencial en las exportaciones de soya, pero también se incrementaron las ventas de arroz y maíz amarillo, usados por lo general para alimentar a las aves.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura de Brasil, durante 2015 México importó 245 toneladas de soya brasileña, mientras que en los primeros meses de este año la cifra se elevó a 255 mil toneladas.
La venta de soya a México supone ya un negocio de casi 96 millones de dólares, según datos oficiales brasileños.
La venta de soya a México supone ya un negocio de casi 96 millones de dólares, según datos oficiales brasileños.
También registraron un fuerte aumento las ventas de harina y cereales, usados generalmente como ración animal, que se situaron en 370 mil toneladas de enero a octubre de este año, por apenas 11 toneladas en todo 2016.
Fuentes mexicanas que monitorean el comercio agrícola en Brasil confirmaron a Notimex la tendencia al alza, provocada por el interés de México en reducir su dependencia de las importaciones agrícolas estadunidenses, en plenas negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La exportación de carne, otra de los productos que hacen de Brasil un gigante agrícola, crecieron un 92 por ciento entre enero y octubre de este año (186 millones de dólares) respecto al mismo periodo de 2016 (97 millones), indicó el MDIC.
En mayo de este año, una docena de empresas y organizaciones mexicanas del sector de granos forrajeros viajaron a Sao Paulo para negociar el suministro de cantidades “importantes” procedentes de Brasil, informó entonces la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de México.
Entre ellas figuraban la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG), la Unión Nacional de Avicultores (UNA) y el Consejo Mexicano de Arroz.
El objetivo es abrir una vía comercial estable en Brasil y Argentina para adquirir productos agrícolas que México compra actualmente a Estados Unidos, con el fin de diversificar las fuentes de suministro mexicanas ante el giro proteccionista de la administración del presidente Donald Trump.
México pretende sustituir en la próxima década entre 10 y 15 por ciento del total de las importaciones de maíz amarillo procedente de Estados Unidos, que en 2016 vendió a México 14 millones de toneladas de ese grano forrajero.
A pesar de la distancia y del costo por el flete en barco, algunos factores juegan a favor de México en la negociación con los productores brasileños de grano, como la cosecha récord de 2017 y la creación de nuevas rutas logísticas por medio de los puertos fluviales del norte de Brasil, en el Amazonas.
En un año de previsión de cosecha récord, Brasil busca aumentar sus exportaciones agrícolas a México, en particular de granos forrajeros como la soya, de la que el país sudamericano es el segundo mayor exportador mundial, detrás de Estados Unidos.
El comercio agrícola entre Estados Unidos y México alcanzó los 42 mil millones de dólares en 2016, y México es el tercer mayor mercado para las exportaciones estadounidenses del sector.
En las últimos cuatro décadas, Brasil pasó de ser importador de alimentos a potencia mundial agropecuaria, gracias a las condiciones de su clima y al desarrollo de tecnología.
El sector agrícola brasileño supone cerca del 7.0 por ciento mundial, y la meta del país es alcanzar el 10 por ciento en los próximos años, según el ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Blairo Borges Maggi.
Las exportaciones brasileñas agropecuarias rozaron los 85 mil millones de dólares el año pasado, sostenidas por los 25 mil millones de ventas en soya y sus derivados, así como a los 14 mil millones en carne de todo tipo que el país suministra a países como Rusia o China.
El comercio bilateral entre México y Brasil se situó en 2016 en siete mil 300 millones de dólares, según datos del país sudamericano, pero cerca de la mitad fueron intercambios en automóviles y autopartes.
