jueves, marzo 28, 2024
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El inédito riesgo internacional

Las noticias, la información –sea falsa o verdadera- viaja sin límites y lleva a formar o malformar opinión con grandes impactos en la deliberación pública.

Uno de los factores que en los últimos años cobró gran peso en la toma de decisiones para todo gobierno es el contexto internacional y no solamente por lo que ha traído consigo la mayor integración económica, sino también por las expresiones políticas que encuentran más rápidamente eco en forma simultánea en varias latitudes.

A ello se suma el impacto que tienen las tecnologías de información en la manera de relacionarse los gobiernos con sus ciudadanos y entre éstos y los de otros países.

Las noticias, la información –sea falsa o verdadera- viaja sin límites y lleva a formar o malformar opinión con grandes impactos en la deliberación pública.

En un contexto tan interrelacionado hoy se presentan, además, otras situaciones inéditas que están generando focos de tensión que pueden llevar a detonar verdaderos conflictos políticos y económicos de trascendencia mundial.

La nueva política comercial del gobierno de Estados Unidos de América (USA) plantea romper con una de sus premisas como lo fue la liberalización comercial; bajo el argumento de que compra más de lo que vende al exterior y que ello afectó su capacidad de creación de empleo, insiste en cuestionar las reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCA), pero también ha impuesto aranceles adicionales a los productos de China.

Esto es, la nueva posición del gobierno estadounidense afecta directamente a sus principales socios comerciales, México, Canadá y China, pero en el caso del comercio con el país asiático las medidas adoptadas en los hechos implican el inicio de una guerra comercial con una economía en ascenso y que basa su crecimiento en el comercio exterior.

Además, la economía china cuenta con una alta participación de la inversión de empresas de EUA; asimismo, China es el principal es acreedor del vecino país del norte. De ahí las consecuencias que puede tener la tensión en la relación económica, financiera y comercial entre esos dos países.

Por otra parte, en el plano de la diplomacia y la política internacional, el tema de Rusia va adquiriendo cada vez un mayor peso. Por un lado, continúa creciendo la sospecha de la intromisión rusa en la vida política de los países de occidente.

En Europa se tiene el caso del tema Brexit, pues se especula que el resultado de la votación fue consecuencia de la manipulación rusa de la opinión de determinados sectores conservadores ingleses; en EUA ha estado presente la idea de la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales que llevó al candidato republicano a la casa Blanca. Cabe recordar que cuando Hilary Clinton encabezaba el Departamento de Estado hubo varios conflictos con el gobierno ruso -como el caso del gasoducto que conecta a Europa Oriental con Europa Occidental- lo que no la hacía una persona atractiva para la administración de Putin.

Esta situación y el poder que sigue acumulando el presidente ruso con su reciente reelección, no son ajenas a la decisión tanto del gobierno británico como del estadounidense de expulsar a “diplomáticos rusos” de sus países con el argumento de realizar actividades de espionaje (Como en Gran Bretaña, además del Brexit, el envenenamiento de un exagente ruso radicado en Inglaterra).

Otro factor, es el de la indefensión de la política de lo que se maneja en las redes sociales, o bien, el impacto que tuvo o puede tener el manejo de la información personal acumulada –voluntariamente- en Facebook evidenciando que se manipulan preferencias para orientar posiciones políticas y votos.

Esta nueva situación plantea un panorama que cada vez va complicando las relaciones internacionales y recuerda hechos históricos que derivaron en conflictos mayores antecedidos por disputas comerciales. En este contexto, México enfrenta nuevos retos, pues su cercanía con EUA y la dimensión de su relación económica con su economía, lo ubica como una de las piezas del ajedrez internacional que se verá mayormente afectada si aumenta el grado de conflicto entre Estados Unidos y China, con Rusia o con los órganos rectores del comercio internacional.

Es así qué en momentos de una abierta deliberación pública, el país debe identificar y consolidar sus fortalezas para hacer frente a todo tipo de tensiones o incertidumbres que traiga consigo la creciente tensión internacional.

México no es ajeno a los efectos de una guerra comercial, ni a los derivados de una mayor tensión política entre las economías con quienes comercia, de ahí que es necesario fortalecer la presencia internacional del país y abrir espacios para defender el interés nacional y resguardar los avances que se tienen en materia económica, política y social. Más aún cuando otros temas internacionales siguen pesando en el ambiente como el terrorismo internacional y los riegos de inestabilidad en otros países de América Latina.

Por ello es qué la deliberación pública y la historia de la política internacional mexicana deben generar consensos para que el país cuente con una postura internacional sin fisuras, sólida y congruente con el derecho internacional, a fin de evitar que el contexto internacional vulnere las capacidades del país para promover su desarrollo.

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Cortesía de Investing.com

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