viernes, marzo 29, 2024
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ESFUERZOS INSUFICIENTES Y DEFINICIONES PENDIENTES EN INFRAESTRUCTURA PORTUARIA

Si bien los esfuerzos realizados en materia de infraestructura portuaria en México desde 1994 han dado resultados, también es cierto que aún quedan esfuerzos y definiciones pendientes que el gobierno tiene que realizar, según opina Juan Carlos Merodio, presidente de la Fundación México-País Marítimo.

De acuerdo con el especialista, es cierto que México en los últimos años ha logrado avances en materia de modernización de su infraestructura portuaria, sin embargo, lo realizado aún esta lejos de alcanzar los objetivos deseados para un país que cuenta con todas las ventajas geográficas para convertirse en uno de los principales actores en los tráficos marítimos internacionales.

En ese sentido, opina que “es verdad que a partir de la reforma portuaria iniciada en 1994 se han presentado mejoras en las terminales portuarias, especialmente en lo que a ritmos de carga y descarga se refiere, pero los volúmenes manejados resultan aún muy débiles. Como ejemplo, en todo el sistema portuario mexicano se manejan anualmente unos 2.5 millones de contenedores, que es la cifra que puertos como Shangai, Singapur y otros manejan en tan solo un mes”.

Por otra parte, dice, la situación de la marina mercante es “dramática”, tan solo en el 2008 la balanza de pagos del país registró en su renglón de “fletes y seguros” pagos hechos al extranjero por más de nueve mil millones dólares, cifra tres veces superior a lo que pagaba el país hace apenas diez años, lo que se traduce en que existe “un total abandono de políticas gubernamentales hacia la marina mercante nacional”.

“Si a la anterior situación, agregamos los efectos de la crisis económica y financiera mundial, el panorama se presenta crítico. Se estima que las cargas manejadas en los puertos nacionales podrían registrar una caída anual del 20% o más, en Ensenada, por ejemplo, la caída de la carga manejada llegó a superar el 30% anual. Un sector que presenta una de las situaciones de mayor alarma es el relativo a las cargas de la industria automotriz en los puertos nacionales que podría registrar un decremento de hasta un 45% anual” comenta.

Ante esta situación, Juan Carlos Merodio destaca que los planes gubernamentales para el desarrollo de infraestructura portuaria se han visto frenados. Como ejemplo están los casos de la suspensión de la licitación de contenedores de Tuxpan, que ahora ofrecen revivir. Por otro lado, se suspendió la licitación de la nueva terminal de contenedores de Lázaro Cárdenas y se declaró desierta la correspondiente a la terminal de vehículos del mismo puerto.

Por lo que respecta a Manzanillo, la nueva terminal de contenedores fue recientemente adjudicada, “en un proceso cuestionado, a favor del operador filipino que ya antes tuvo la terminal de Veracruz y terminó vendiéndola, sin cumplir sus compromisos originales”. Y finalmente se tuvo que aplazar indefinidamente el proyecto del nuevo puerto de Bahía de Colonet, ante las nuevas condiciones de mercado, menciona.

Asimismo, comenta el especialista que de lo anterior “desprendemos que es necesario hacer un alto en el camino y hacer una redefinición de toda la política gubernamental de desarrollo de infraestructura portuaria en México, incluyendo paralelamente lo relativo a la marina mercante y los corredores de cabotaje marítimo en nuestros litorales”.

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Cortesía de Investing.com

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