Sin embargo, el problema es el costo de producción aseguró Manuel Enríquez Poy, director técnico de la Asociación de Técnicos Azucareros de México.
Detalló que el país está viviendo una crisis energética tremenda y con una apertura indiscriminada de fronteras, como se ve con los combustibles, lo que afectará no solo a Pemex sino que será inviable la producción de etanol como biocombustible.
En cuanto al panorama para el sector cañero, refirió el entrevistado que el precio de referencia es bueno aunque difiere de acuerdo a la zona, el año pasado el pago osciló entre 500 y 515 pesos la tonelada de caña y se estima que este año sea algo parecido, e incluso tal vez un poco mayor porque afortunadamente con las exportaciones se asegura un equilibrio en la oferta-demanda y esto a nivel nacional va a ser algo que le dé mayor certidumbre al productor al tener un ingreso suficiente.
Mientras que de la alta fructosa afirmó que es un problema que ha pegado desde el año 1994 que apareció en México, cuando no se contempló en el Tratado de Libre Comercio.
“Desde ahí venimos arrastrando los problemas en el sector azucarero, ahorita es algo que ha habido en un instante, en el momento álgido del consumo de la alta fructosa automáticamente estamos hablando que México llegó a consumir como un millón 800 mil toneladas, tanto de alta fructosa que venían importados directamente de Estados Unidos como la producida en el país”.
Sin embargo, Enríquez Poy reconoció que México tiene un campo envejecido que durante tres años consecutivos no ha tenido renovación y precisamente se deriva de la falta de recursos, que se refleja en un precio relativamente bajo de la caña que también esto no es un problema exclusivo en México, “es un problema que es la consecuencia lógica que durante varios ciclos el precio a nivel internacional bajó y esto orilló a una caída en los precios del mercado nacional después de venir de un ingreso muy bueno para los agricultores”, dijo finalmente.
