Las empresas autotransportistas coinciden con el gobierno federal: hay que procurar la seguridad vial y evitar los 3.5 millones de accidentes de tránsito que tienen lugar en las carreteras (públicas y federales), ser eficientes, conservar la infraestructura y proteger el ambiente, pero tienen claro que eso no debe restar fuerza en sus negocios ni la competitividad del país.
Este sector moviliza 88% de las toneladas-kilómetro de carga; sin embargo, las diferencias sobre el peso de las unidades son un tema que hoy parece superado, según lo manifestado por sus líderes.
El presidente de Canacar, Roberto Díaz, se mostró satisfecho de la creación del grupo de expertos que ya evalúa todas configuraciones de la Norma, porque se garantiza que la resolución será técnica y no política y da cereza de que todos los involucrados firmaron una convenio en el que se comprometen a acatar la disposición.
“Nosotros tenemos interés de ser competitivos. Estamos para colaborar en lo que nos toque. Este país necesita orden y yo creo que lo está queriendo poner la autoridad. Al país no le conviene nada que vaya en contra de la seguridad de la vida de personas, conductores, peatones, ciclistas… Eso es prioritario”, comentó. El líder no se manifestó en favor de eliminar los fulles (camiones de doble semirremolque).
Básculas, un reto
Entre los temas alternos para procurar seguridad, está la revisión por parte de la autoridad de que se cumpla realmente con los pesos y las dimensiones establecidas. El presidente del Conatram, Elías Dip, considera que en ello hay un “gran reto”.
“Sí, hay básculas. Pero muchas son para un eje y no funcionan como se requiere. La báscula efectiva tiene que ser aquella donde no intervenga la mano del hombre, como las que hay en Estados Unidos. Si el gobierno quiere hacer las cosas bien, puede hacerlo porque tiene los medios y está en el momento adecuado”, comentó.
El representante también se manifestó por incrementar la corresponsabilidad de los industriales que solicitan sus servicios, que en ocasiones presionan al transportista para llevar más carga de la permitida y, si llega a ocurrir un accidente, generalmente es por culpa del conductor. Al respecto, la Canacar, la ANTP y el Conatram coincidieron en mantener programas de capacitación a conductores como una de sus prioridades.
