México se ha convertido en un destino natural de inversión para la industria automotriz, donde las firmas japonesas pujan por controlar el mercado que tradicionalmente ha estado en manos de las tres grandes armadoras de Detroit.
“Ya somos el quinto exportador de vehículos y el octavo productor del mundo, pero con los anuncios de nuevas inversiones nuestro país tiende a convertirse en un líder universal en esta industria”, anticipó Leopoldo Orellana, presidente de Mazda México.
Entrevistado en el marco del Concurso Internacional de la Elegancia, en Huixquilucan, Orellana estimó que a los anuncios de Mazda de traer 500 millones de dólares (mdd) para levantar su primera planta en México, Nissan de 2 mil mdd, Honda con 800 mdd, y las más recientes de Ford con mil 300 mdd y la alemana Audi, todavía se sumarán otras más.
“No creo que esas sean todas las inversiones que lleguen al país este año, creo que va a haber más, porque México hoy es muy atractivo y qué mejor para la sociedad que México se convierta en esto, que se convierta en líder de producción automotriz en el mundo”, agregó.
Reconoció que la industria automotriz en México todavía es controlada en términos generales por las tres grandes de Detroit, sin embargo, destacó que las firmas niponas vienen empujando fuerte y no descarta que al final de este año la balanza esté muy nivelada o que los dados se carguen incluso, a favor de las orientales con mayor porcentaje de penetración en el mercado.
“Creo que esa competencia se va equilibrando, en México tenemos ya inversiones de marcas asiáticas, americanas y europeas, pero sobre todo las japonesas están dirigiendo mucho capital hacia nuestro país. Estoy convencido de que al final esa es la tendencia del mercado mexicano, abrirse aún más”, comentó.
—¿Cómo pinta el panorama para la industria mexicana?
—Ha tenido un crecimiento muy sólido en los últimos años a partir de la crisis. El peor año cuando tocó fondo fue 2009, después de la crisis de 2008, ahí se fue a pique se fue hasta cerca de las 700 mil unidades, pero ha venido repuntando muy sólidamente.
Lo más importante —dijo—, “es que no ha sido una demanda artificial, sino un crecimiento de la demanda muy sólida, este año vamos a alcanzar una producción de un millón de unidades después de cuatro años, pero con un crecimiento de 10% u 11% que es muy sólido y vamos a seguir creciendo sin aquellas burbujas que se hacían de ventas muy incentivadas y que después caen”, subrayó.
Apuntó que la construcción de la planta en Salamanca avanza conforme a lo que se tiene previsto, y mantiene firmes sus planes para fabricar aquí el modelo Mazda2 y Mazda3 para satisfacer la demanda del mercado mexicano y comenzar a exportar a Brasil y Estados Unidos en 2015.
Al cierre del primer trimestre, Mazda mantuvo su participación de 3% de participación en el mercado mexicano en comparación con el mismo periodo del año pasado, pero estima cerrar 2012 con un crecimiento de 10%, incluido ya su nuevo modelo CX-5 que llegará en el verano.
