Fuentes cercanas a la Secretaría de Marina (Semar), que prefieren el anonimato, revelaron que el problema de la seguridad en los puertos va más allá y podría estar condicionada a los mismos problemas internos que hay entre la cúpula del poder, dentro del mismo sistema presidencial.
“Las Unidades de Protección Portuaria implementadas por el Gobierno Federal recientemente, así como la designación de directores de Administraciones Portuarias con perfil militar, obedecen a una necesidad de control”, indicó la fuente. Explicó que dicha necesidad nace del problema bilateral que hay entre México y Estados Unidos, porque “las drogas no es un problema de México, es un problema de ambos países, pues ellos lo ven desde el punto de vista de la oferta y acá desde el punto de vista de la demanda”, reflexionó.
Indicó que si el negocio ilegal del tráfico de drogas representa para México unos 15 mil millones de dólares y para Estados Unidos entre 80 mil y 160 mil millones de dólares, ninguno va a perder esa ganancia, “entonces, esto no se trata de erradicar sino de implementar un control de la entrada y salida de precursores por los puertos”, puntualizó.
