En México, aproximadamente uno de cada tres kilos de queso que se consumen son importados, proporción que puede reducirse con el impulso de la quesería artesanal, según voceros de la industria.
El ingeniero Marco Flavio Delgado, organizador de la Expo Láctea, comentó en rueda de prensa que la demanda por quesos en el país aumenta año a año, por lo que el mercado existe.
No obstante, la corta vida en anaquel que tienen la mayoría de los quesos artesanales es una traba para su comercialización más allá de los mercados regionales donde se produce.
Félix Martínez, vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), explicó que, por ejemplo, en Chiapas 90 por ciento del queso que se produce en ese estado es artesanal, y se consume en esa entidad y estados aledaños como Tabasco, Campeche y Yucatán, pero no sale del sur del país.
Situación similar sucede con otras queserías regionales que no cuentan con las características para llegar a mercados más amplios como tiendas de autoservicio.
Los quesos de anaquel más comerciales tienen una vida de aproximadamente seis meses, mientras que los artesanales no alcanzan los 30 días.
Para cambiar esta situación son necesarias inversiones de entre 500 mil y un millón de pesos, para queserías que procesen 20 mil litros diarios de leche, sostiene Delgado. Y si bien son recursos cuantiosos, Delgado dice que una opción es la creación de cooperativas de pequeños productores para acometer entre todos las inversiones.
