El pasado 22 de julio entró a México el primer cargamento de 93 toneladas de panceta de cerdo congelado sin piel procedente de España, el cual fue adquirido para producir tocino en Nuevo León.
Esto es reflejo de las iniciativas de algunas firmas para enfrentar los aranceles que México impuso a productos provenientes de Estados Unidos —un gravamen de 20 por ciento, dependiendo el caso— en algunos alimentos como la carne de puerco y sus derivados, quesos, manzanas y whisky, en respuesta a los impuestos aplicados por la Unión Americana al acero ‘azteca’.
Ante los nuevos gravámenes a las importaciones, cuatro compañías extranjeras han visto la oportunidad de incrementar sus ingresos al ampliar sus exportaciones a México y aprovechar su experiencia en el país. Se trata de firmas como Campofrío, Arla Foods, Unifrutti y Diageo.
“Es complicado que se reflejen oportunidades de negocio en el muy corto plazo, pero en el mediano plazo y con lo impredecible que es Donald Trump en el gobierno de Estados Unidos puede que aumenten las oportunidades para estas empresas (extranjeras), las cuales ya deben tener una presencia en México para poder explotar nuevos negocios”, comentó Manuel Díaz, presidente del Grupo Ei Consultores, especializado en temas aduanales.
Campofrío, multinacional de origen español, puede convertirse en un importante proveedor de materia prima para su holding Sigma Alimentos, a su vez dueña de las marcas Fud y San Rafael, a través de las cuales posee 48 por ciento del mercado de embutidos en México. En el país ibérico, Campofrío tiene plantas certificadas por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para exportar carne de cerdo a México.
“La empresa ya está realizando trámites para importar pierna de cerdo desde regiones como Europa”, informó Sigma Alimentos en un correo a El Financiero cuando recién comenzó aplicarse el arancel a principios de junio.
El director de la agrupación de porcicultores española conocida como la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz, dijo que el mercado mexicano representa un gran atractivo para los intereses del sector porcino de ese país, al tratarse del tercer mayor importador mundial de carne y elaborados de cerdo, con más de 1.1 millones de toneladas anuales, solo detrás de China y Japón.
Por su parte, Arla Foods, compañía de origen danés con más de 10 años de presencia en el mercado mexicano, tiene la posibilidad de ofrecer en México más de sus quesos producidos en Europa y Argentina.
“Tenemos la intención de aprovechar la gran base de clientes de la Ciudad de México. Ya podemos ver que el mexicano ha mostrado un gran interés en nuestros productos especializados, como mantequilla y quesos”, dijo Steffen Andersen, vicepresidente de la compañía al medio danés Berlingske Business.
En el caso de las manzanas, la firma chilena Unifrutti —por medio de su importador mexicano Dubacano— tiene la oportunidad de capitalizar la demanda de este producto en ‘tierras aztecas’.
Esta firma no solo cultiva frutas y verduras en Chile, su nación de origen, también en Estados Unidos, Italia, Sudáfrica, España, Dubai, Japón y Filipinas, por lo cual tiene una gran base de producción mundial.
También con el arancel al whisky producido en Estados Unidos —conocido como bourbon—, las importaciones de la bebida proveniente de Inglaterra pueden obtener una mayor participación de mercado a través de Johnnie Walker de Diageo, líder de las bebidas espirituosas.
“La implementación de nuestras prioridades en México en los últimos años ha creado un negocio vibrante que ofrece un crecimiento constante y ganancias compartidas”, explicó en conferencia reciente Ivan Menezes, CEO de la firma a escala global.
Euromonitor Internacional muestra que el consumo de whisky en México aumentó 75 por ciento en los últimos cinco años; mientras que Statista revela que la marca Johnnie Walker, de Diageo, es la líder del mercado con 25 por ciento de participación, mientras que Buchanan’s —otra firma de Diageo— detenta un 9.8 por ciento.
De otros países también ganan
Empresas de Canadá, Uruguay, Holanda y Sudáfrica también envían este tipo de alimentos a México y tienen la oportunidad de expandir sus volúmenes de exportación. “El problema es que estas compañías tardarían mucho en hacer que sus marcas tengan presencia en este mercado, a lo cual se suma que vienen de lugares muy lejanos a México comparado con la cercanía con Estados Unidos”, dijo Manuel Díaz, presidente del Grupo Ei Consultores.
El experto destacó que tardarían cuatro meses en establecer una marca y una estrategia de marketing, lo cual se complica si no vienen con costos competitivos.