China ya es el primer socio comercial de Chile y Brasil y uno de los principales de Argentina. A Ecuador un préstamo chino le aliviará el problema del déficit fiscal y a Perú inversiones millonarias le impulsarán sectores clave de la economía. Donde el grifo ahora está cerrado es para el Gobierno de Venezuela. Aunque eso no quita que a Nicolás Maduro China le siga dedicando palabras de aliento. Un reciente estudio de la Cepal constata el impacto positivo de China en el crecimiento de los países suramericanos y que las relaciones comerciales seguirán incrementándose. Con todo, desde EEUU llegan advertencias sobre el avance de esta economía asiática en una región vacía de liderazgo estadounidense.
China es el gran actor económico y comercial que incide y se expande en América Latina. Lleva años tomando posiciones y eso se percibe claramente en la región. Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) la expansión de China “ha supuesto un impacto positivo e importante sobre el crecimiento de los países suramericanos” desde los años 80 hasta la actualidad.
Entre 2000 y 2015 China pasó de importar de América Latina productos por valor de 5.000 millones de dólares a hacerlo por 103.000 millones de dólares, según la Cepal, que ofrece más datos. Entre 2001 y 2013 China invirtió 33.000 millones de dólares en proyectos petroleros en América Latina. Entre 2006 y 2014 destinó otros 11.000 millones de dólares al sector de la minería de hierro y cobre de la región. Toda una declaración de intenciones.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la demanda china de petróleo se incrementará en casi 5 millones de barriles diarios entre 2014 y 2040. Todo ello en el marco de un vertiginoso crecimiento de la flota de vehículos en el país asiático, que pasará de 146 millones en 2014 a alrededor de 500 millones en 2040.
Para abastecer toda esta demanda de petróleo, América Latina jugará un papel fundamental. Según la Cepal, esta región es la que más creció como fuente de abastecimiento de crudo de China entre 2003 y 2015: de prácticamente cero en 2003 a exportar 854.000 barriles diarios en 2015, principalmente de Venezuela, Brasil y Colombia.
Otro recurso natural que busca China de América Latina (y lo encuentra) es el metal. Según el Banco Mundial, la tasa de urbanización de China aumentará de 54% actual a 70% en 2030. O lo que es lo mismo, el país asiático albergará aproximadamente a 300 millones de personas en las ciudades. Proceso que demandará hierro y cobre para la construcción de infraestructuras.
Y de nuevo, América Latina será clave. Y es que las importaciones que hace China de hierro proceden en primer lugar de Oceanía, pero después, en 23%, de América Latina. Especialmente de Brasil, Perú y Chile. Con respecto al cobre, Latinoamérica también está muy bien situada. China importa cobre sobre todo de esta región (50%). Aquí destacan Chile, Perú, México y Brasil.
China también busca en América Latina soja. El consumo chino de este recurso aumentó de 10 millones de toneladas a 83 millones en los últimos 30 años. Estimaciones citadas por la Cepal apuntan que en 2020 la demanda china de soja superará los 100 millones de toneladas. En la actualidad los países latinoamericanos ya suministran casi la mitad del consumo chino de granos de soja, por lo que la tendencia lógica es que se sigan beneficiando de la demanda china. Aquí destacan las exportaciones de Brasil, Argentina y Uruguay.
La dependencia comercial
Numerosos ejemplos constatan la dependencia de Chile, Brasil, Perú, Argentina, Ecuador, Venezuela y otros tantos países de la región respecto a la economía, el comercio y la política china. De ahí que el exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, haya levantado la voz recientemente para alertar sobre el avance de China en América Latina y el Caribe ante el vacío de liderazgo de EEUU.
“China es ahora el socio comercial más grande o segundo más grande de prácticamente todos los países en el Cono Sur, y los chinos han logrado convencer a la República Dominicana, El Salvador y Panamá que no reconozcan diplomáticamente a Taiwán”. Biden dijo esto en un artículo en IQLatino. Además, alertó que China, junto a Rusia, “buscan beneficios económicos y diplomáticos [en la región] pero no invierten en instituciones democráticas o buena gobernanza”.
En cuanto a las relaciones comerciales, de enero a noviembre, 32% de las exportaciones chilenas viajaron a China, frente a 14% que lo hizo a EEUU. Así China se consolida como el primer socio comercial de Chile. Pero no sólo de Chile.
Desde 2009 China también es el principal socio comercial de Brasil. En 2017, 22% de las exportaciones brasileñas acabaron en territorio chino. ¿Qué ocurrirá cuando el ultraderechista Jair Bolsonaro, admirador confeso de Donald Trump, asuma la Presidencia de Brasil? Por el momento ya está confirmado que representantes del Gobierno de Pekín estarán presentes en la toma de posesión de Bolsonaro el 1 de enero.
“Después de que el presidente brasileño fuera elegido, dijo que veía a China como un gran socio con el que cooperar, y China también le da gran importancia a desarrollar nuestras relaciones con una perspectiva estratégica a largo plazo”, dijo en rueda de prensa la portavoz de la Cancillería china Hua Chunying.
Olvidada -a priori- parece la declaración de Bolsonaro en campaña electoral, cuando afirmó: “China no está comprando en Brasil, está comprando Brasil”.
Y de Brasil a Ecuador, país al que China le ha prestado recientemente 1.000 millones de dólares. ¿Para qué los quiere? Pueden ser un gran alivio para cubrir parte del abultado déficit fiscal de Ecuador. Visto el desembolso, el viaje del presidente Lenín Moreno a China en diciembre parece haber sido productivo. ¿Lo mejor? Que los préstamos acordados no están condicionados al desarrollo de proyectos de empresas chinas en Ecuador, como sí ocurría en la época de Rafael Correa, y que están suscritos a tasas de inversión bajas.
Por otro lado, China también planea invertir 10.000 millones de dólares hasta 2021 en varios sectores clave de la economía peruana. Rogers Valencia, ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, defiende la relación comercial entre este país latinoamericano y China. Los datos lo avalan. Las exportaciones de productos agrícolas al país asiático han crecido 18% este año. “Hay un gran mercado ahí fuera”, dijo Valencia en alusión a China en la Conferencia Anual de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. Está claro que Perú no quiere dejar escapar ese mercado chino.
China y Venezuela
China le ha prestado a Venezuela unos 60.000 millones de dólares en la última década. Pero ahora es diferente, Pekín ya ha ido cerrando el grifo por temor a no poder recuperar su dinero. Según un informe de Torino Economics, Venezuela debe al Gobierno chino 13.539 millones de dólares (12,9% del Producto Interior Bruto venezolano). La firma matiza que estos préstamos están garantizados por ventas futuras de petróleo.
En la última visita de Nicolás Maduro a China, el mandatario recibió más palabras de aliento que apoyo financiero. Desde 2016 el Banco Nacional de Desarrollo de China (encargado de manejar el fondo conjunto entre los dos países) se ha negado a otorgar nuevos créditos.
Según la Agencia Internacional de Energía, en junio la producción de petróleo venezolano cayó a 1,36 millones de barriles por día. A Venezuela cada vez le queda menos margen para cancelar compromisos con petróleo.
De ahí que no extrañe que el “crédito especial” de 5.000 millones de dólares por parte del Banco Nacional de Desarrollo de China, que anunció en julio el ministro de Economía y Finanzas de Venezuela, Simón Zerpa, no se haya concretado.
Acuerdos y más acuerdos
Más efectiva, en cuanto a acuerdos, parece ser la relación entre el presidente chino Xi Jinping y su homólogo argentino Mauricio Macri. En el marco de la Cumbre del G-20, celebrada en noviembre en Buenos Aires, ambos países firmaron más de 30 acuerdos. Los convenios van desde la energía a la infraestructura, pasando por el comercio electrónico.
Esto, en cifras, se traduce en inversiones de China a Argentina por valor de 3.550 millones de dólares, según el diario La Nación. Cabe recordar que China es, junto a Brasil y Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de Argentina. Y es que ya lo dijo Macri tras la firma de los acuerdos: “Cuanto mejor le vaya a China, mejor le va a ir a Argentina y al mundo”.
En la Cumbre del G-20 China fue el claro protagonista junto a Estados Unidos por la guerra comercial que mantienen. La reunión entre Trump y Xi se esperaba con enorme expectación. El acuerdo de una tregua de 90 días para que EEUU aumente los aranceles a las exportaciones asiáticas apaciguó los ánimos. Y un dato más, China suspenderá hasta el 31 de marzo los aranceles adicionales de 25% a la importación de piezas y vehículos fabricados en EEUU. ¿Otra estrategia más para seguir marcando territorio en el continente?