viernes, marzo 29, 2024
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Los efectos en el autotransporte de una economía enferma de COVID-19

La economía de México pone al autotransporte de carga sobre una curva peligrosa, que podría llevar a la actividad a caer en al menos 10% este 2020.

Los efectos en el autotransporte de una economía enferma de COVID-19

La economía de México es otra de las víctimas del COVID-19, y entre sus efectos se prevé una caída de al menos 10% anual en el valor del autotransporte de carga, actividad esencial que se mantiene activa en la emergencia sanitaria.

Los pronósticos más optimistas sobre los efectos de la pandemia en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, estiman una contracción de 6% para este 2020.

Sin embargo, se trata de la caída más pronunciada desde 1995, cuando fue de -6.25%, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Refugio Muñoz, vicepresidente Ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), explicó en entrevista para TyT:

“Por cada punto que sube el PIB nacional, esta industria sube 1.7 y el mismo efecto se repite cuando baja”.

Este comportamiento procíclico se traduce en una caída de al menos 10% para este sector en México.

El autotransporte de carga está presente en los sectores primario, secundario y terciario del país, y el paro obligado de las actividades no esenciales para la economía, así como el confinamiento, han derivado en una menor demanda en el movimiento de mercancías.

Engranes de la economía, en pausa

La industria, importante motor del autotransporte, tendrá entre abril y mayo una caída de 10% como efecto inmediato del paro temporal de actividades, pronostica José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios
Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

El Coronavirus solo llegó a agudizar la situación de una industria debilitada, que hasta febrero pasado acumulaba 17 meses de contracciones. En este contexto, la Concamin prevé un retroceso anual de 7.1% en 2020 para la actividad industrial.

Menos optimista, Citibanamex estima un retroceso anual de 8% en la producción industrial, y ubica a las manufacturas y la construcción como los rubros de menor desempeño, debido al impacto que tendrá la pandemia del COVID-19 en el comercio y la inversión mundial.

Dentro de la manufactura, el sector automotor reportó una caída de 24.6% anual en la producción de autos durante marzo, así como una contracción de 25.5% en la venta de vehículos ligeros; y una baja de 11.9% anual en sus
exportaciones, de acuerdo con el Inegi.

Tras los resultados, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) calcula que las ventas de vehículos ligeros en el mercado local descenderán 25.5% en el año, situación similar a la vivida en la crisis financiera de 2009.

Esto quiere decir que durante 2020 los mexicanos solo adquirirán 981,633 unidades nuevas -nivel visto en 2011-, como efecto de la pérdida de empleos y la cautela para adquirir bienes duraderos o compromisos financieros.

Mexicanos se reservan gastos

El consumo privado —gasto realizado por los hogares, las empresas privadas e instituciones privadas—, antes de los efectos por el contagio del Coronavirus, se mostraba debilitado.

En enero pasado, este indicador apenas reportó un alza de 0.3 por ciento, de acuerdo con cifras anuales y ajustadas por estacionalidad del Inegi

Desde la segunda mitad de marzo, centros comerciales, cines y otros sitios de esparcimiento bajaron sus cortinas como medida para impedir una mayor propagación del virus, situación que pone en peligro la sobrevivencia de micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes).

Este coma inducido que vive la economía, podría provocar una caída en el PIB de hasta 10% y terminar con casi un millón de empleos formales, reportados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2020, y con similar número en el mercado laboral informal, estiman especialistas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En este contexto de desempleo y cautela de las familias mexicanas, Gabriel Casillas Olvera, Director de Análisis Económico del Grupo Financiero Banorte-Ixe, expuso que se prevé una caída en los servicios ofrecidos por restaurantes, centros comerciales y transporte de 7% anual.

Sin embargo, consideró que lo más preocupante es una posible baja de 20% en la inversión. Al haber menos compras de privados, empresas y hogares, estima un retroceso anual de 7% en el consumo privado, combustible de la economía mexicana e importante cliente del transporte de carga.

Golpe para el comercio

Una inferior demanda en el mercado interno derivará en una reducción de las importaciones, las cuales en febrero pasado marcaron su séptima baja consecutiva, como resultado de la contracción del PIB que ya registraba el país.

La crisis económica global se dejará notar en las exportaciones mexicanas, en especial en aquellas enviadas hacia Estados Unidos, nación que se convirtió en la más afectada por los casos de COVID-19.

Al tiempo que Donald Trump anunció estímulos fiscales por dos billones de dólares y un plan escalonado para retornar a la actividad productiva en los estados con menos contagios del virus.

“Estimamos un descenso superior a 5% en las exportaciones para este año; las importaciones tal vez caigan en mayor magnitud. Además, la debilidad interna en el consumo y la inversión se verá reflejada en el
comercio internacional”.

Alejandro Saldaña Brito, Economista en Jefe de Grupo Financiero Ve por Más.

La demanda de insumos y productos terminados de Estados Unidos, dependerá de los efectos del COVID-19 en su economía.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una caída de 5.9% para el PIB de este año; un poco más optimista, Banco BASE prevé una contracción de hasta 2.5 por ciento, o bien, un crecimiento de 1.3 por ciento (como su escenario más optimista).

Más de 70% de los insumos y bienes que México envía hacia EU, ingresa a ese país vía autotransporte de carga. Adicionalmente, el mercado estadounidense mueve a la manufactura mexicana, como es el caso del sector automotor.

La producción industrial de Estados Unidos, importante cliente de insumos mexicanos, cayó 5.5% anual en marzo; las ventas minoristas se contrajeron en 6.2% anual, la primera baja desde la crisis financiera de 2009, informó el Gobierno de ese país.

Intercam Grupo Financiero adelantó que la venta de autos en el mercado estadounidense descenderá 17.2% este año, lo cual provocará un ajuste en la producción del sector en nuestro país.

“El 88% de la producción automotriz de México termina en el extranjero. Realmente es un mercado que no depende de la dinámica de demanda en México, sino de la de Estados Unidos”.

Fuente:

Nancy Balderas Serrato-https://www.tyt.com.mx/nota/los-efectos-en-el-autotransporte-de-una-economia-enferma-de-covid-19

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Cortesía de Investing.com

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