La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene sólo 12 días para dar a conocer la fórmula que utilizará para establecer los precios máximos de la gasolina y el diésel en las regiones del país donde los precios no se liberen al 100 por ciento.
Ante ello, José Carlos Femat Romero, director general de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) hizo un llamado para que las revisiones que realice la SHCP se hagan de manera semanal y no mensual como se hace actualmente.
“Es mejor una revisión semanal —como lo recomendó la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)— porque se irán reflejando más fácil los cambios que se den en el mercado tanto en el precio de referencia como en el tipo de cambio. Son variables que, como no están en manos del sector gasolinero ni de Hacienda, van a servir mucho para ir actualizando”.
En entrevista, explicó que, la revisión semanal podría ser muy benéfica tanto para los consumidores de combustibles como para los empresarios, ya que les genera una visión de cómo va ir moviéndose el mercado y que puedan ver precios competitivos.
“Si los precios de referencia y el tipo de cambio van al alza, los precios en las gasolinas se irán ajustando de una manera inmediata y clara para los usuarios. Lo mismo sucederá si los precios de referencia y el tipo de cambio se encuentran bajos”.
El representante de la industria gasolinera, también solicitó que en la fijación de los precios máximos se consideren costos reales de distribución; además que la SHCP incluya de una manera periódica el costo de la gasolina, el precio de referencia y que tome en cuenta las variaciones del tipo de cambio.
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la gasolina y el diésel, será cobrado de manera uniforme en todo el país por parte de la SHCP, aseguró Femat Romero.
“Las regiones en donde no se liberalice por completo el precio de los combustibles estará controlado por la SHCP, la cual establecerá varios precios máximos, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre cada región, indicó Alejandra Palacios, comisionada presidenta de la Cofece.
“Es necesario que los precios máximos comiencen a reflejar las realidades logísticas y de costos de cada zona (…) no habrá un único precio máximo nacional, sino varios precios máximos por zonas o regiones del país, que serán diferentes entre sí en la medida que los costos de logística son distintos”, comentó a El Economista.
Explicó que el costo de llevar la gasolina al Bajío es distinto que al sureste y, en este sentido, los precios máximos en cada una de esas zonas no serán iguales.
Enfatizó que, para estas regiones, donde no se liberalice por completo los precios de la gasolina, la Ley de Ingresos de la Federación 2017, prevé que la metodología de la SHCP debe considerar el precio de la referencia internacional de las gasolinas, las diferencias relativas por los costos de logística, incluyendo costos de transporte entre regiones, de distribución y comercialización en los centros de consumo y las diversas modalidades de distribución y expendio al público.
“El IEPS a la gasolina y el diésel será cobrado de manera uniforme en todo el país por parte de la SHCP”, aseguró Femat Romero.
Infraestructura competitiva, el reto
Liberación de precios de gasolina no debió adelantarse: expertos
Especialistas coincidieron en que si bien es deseable una liberalización de los precios de la gasolina, no se está haciendo en el mejor momento.
“Si el precio del petróleo se recupera, vamos a empezar el año con altos precios en la gasolina, según las regiones va a estar aumentando el precio muy rápido y en otras regiones no vamos a saber qué es lo que va a hacer el Estado”, opinó Marcelo Delajara, director de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Añadió que la SHCP debió considerar una liberación completa en todo el país para evitar este problema.
José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, coincidió con lo anterior y agregó que para el 2018, cuando se pretenda llegar a una liberación completa en todo el país, será bajo muchas dificultades. “Estas medidas debieron emprenderse con más tiempo. Se debe reconsiderar la velocidad con la que se liberen de tal manera que se generen las menores afectaciones a la economía nacional”.
Además, uno de los principales retos será mejorar la infraestructura de distribución y almacenamiento. “Estoy seguro que llegarán al país inversiones para estos rubros y eventualmente el mercado sea más fluido y cuente con mejores condiciones de competencia”, expresó José Carlos Femat Romero, director general de la Onexpo.
Leticia Armenta, economista del Tecnológico de Monterrey, comentó que debe existir un buen manejo de la infraestructura y almacenamiento con la que cuente cada región, dado que los gasoductos son los que van a facilitar el suministro.