Independientemente de la liberalización de los precios de la gasolina, el costo del combustible en poblaciones como la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, podría subir a partir del 1 de enero entre un nivel de 17 a 22 por ciento, en respuesta al alza internacional del combustible y en congruencia con nuevas leyes y la meta de ingresos gubernamentales provenientes de ese producto, previstos para 2017.
Las nuevas reglas establecerán en el actual mercado regulado distintos precios dependiendo del costo de transportar la gasolina a cada región del país.
El rango de precios establecido para este año vencerá el 31 de diciembre y para determinar los del siguiente, la Secretaria de Hacienda considerará el promedio en dólares por galón de las cotizaciones medias de la gasolina Unleaded 87 de USGC (United States Gulf Channel), Houston, Waterborne, publicada por Platts US MarketScan.
En ese indicador, el precio de la gasolina subió 1.1 por ciento en dólares entre el segundo y quinto mes previo al periodo que calcula Hacienda.
A lo anterior debe sumarse el encarecimiento del 9.2 por ciento del dólar en ese periodo, moneda en la que se paga ese combustible. Hoy, casi el 65 por ciento de las gasolinas que consumen los mexicanos provienen del exterior.
En tanto, la nueva Ley de Ingresos de la Federación (LIF) aprobada por los legisladores prevé un incremento del 27 por ciento en lo proveniente del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) a gasolinas para 2017 contra lo presupuestado para 2016 para llegar a 284 mil 323 millones de pesos.
En la fórmula que utiliza Hacienda agregará el costo de logística.
Un ejercicio de El Financiero estima un aumento entre 17 a 22 por ciento en los rangos de precio que fijará el gobierno para 2017.
Con ello el precio actual de 13.98 para la Magna y 14.81 para la Premium llegarían alrededor de 16.36 pesos para la “verde” y a 17.32 para la “roja” en un escenario conservador.
Miguel González Ibarra, coordinador del centro de estudios financieros y de finanzas públicas de la Facultad de Economía de la UNAM, apuntó que ante la incertidumbre en torno al precio del crudo, la depreciación del peso y la falta de competencia al inicio de la apertura y desregulación de los precios, sería de esperar que las autoridades busquen que los precios de las gasolinas no aumenten más allá de un 10 por ciento en promedio durante el año para contener las presiones inflacionarias.
PRECIOS REGIONALES Y SIN BANDAS
Un cambio importante en 2017 es que habrá diversos precios en las gasolinas que se vendan en toda la República, en el mercado no liberado.
Los estimados anteriores hacen referencia a un precio nacional promedio, pero falta que Hacienda y Pemex den a conocer los costos reales del transporte de gasolina a las distintas entidades del país con los que se podrá conocer qué tanto aumenta, por ejemplo, en la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
Se tratará de precios regionales según el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
“Van a haber precios por regiones dependiendo de los costos logísticos de llevar el suministro de gasolina a las distintas regiones”, señaló Coldwell.
La Ley del IEPS establece que en donde los precios al público de las gasolinas y el diésel no se determinen bajo condiciones de mercado, Hacienda establecerá antes del 31 de diciembre los precios máximos al público de los combustibles.