Los costos en las carreras de taxis suben en el mes de diciembre. La principal razón, aseguran presidentes de reconocidas cooperativas de este servicio, sería el caos vehicular que impide el flujo normal del tránsito en horas pico y la seguridad que dicen garantizar al usuario, que opta por preferir el servicio puerta a puerta en esta época.
Se trata de una situación que se repite anualmente, pero que también ha estado en manos de los usuarios de Guayaquil, quienes, a diferencia de habitantes de distintos cantones, han impuesto la oferta y demanda a la hora de solicitar una carrera en la calle.
Sobre este tema, la concejala de Guayaquil y dirigente del gremio de taxistas, Consuelo Flores, advierte que las cooperativas de taxi no tienen la autoridad de subir ni poner tarifa y que solo la ATM lo puede hacer.
“Ninguna institución a nivel de cooperativas tiene potestad de poner un tarifario y ser controlado. El que lo hayan hecho o lo esté haciendo, lo hace ilegalmente. Estas cooperativas están procediendo de manera ilegal, aquí no está reconocido el tarifario del taxismo”, asegura.
Flores recalca que se debe respetar lo que se estableció: la arrancada, con taxímetro, en $ 0,35 centavos por la mañana y $ 0,40 en la noche.
Sin embargo, reconoce que por muchos años no se ha hecho un estudio de la tarifa por aumentos de cambios de sueldo y sostiene que se deben revisar estos valores el próximo año, algo que irá de la mano con el censo que la ATM realizará en 2017 para definir la situación.
La concejala confirmó que al igual que el servicio de transporte de buses urbanos ha tenido el proceso de revisión y regularización, también los taxis entrarán en fase de normalización bajo este mismo esquema.
George Mera, presidente de la Unión de Cooperativas de Transportes Taxistas del Guayas, aclara que la única forma de combatir este problema será imponiendo al conductor y al usuario el uso del taxímetro.
“La idiosincrasia del guayaco no quiere el taxímetro, quiere la oferta y demanda. Ojalá que llegara el momento en que los mismos medios y la autoridad de tránsito que están hechos cargo lo impongan”, comenta Mera.
Dice conocer la prohibición del tarifario con el que muchas cooperativas de taxi trabajan para ofertar su servicio. Pero recalca que el motivo por el que no se rigen a esta normativa es porque desde 2003 los valores establecidos de arranque para el uso del taxímetro no se han regulado, ni subieron en relación al aumento del costo de los alimentos, de los sueldos de empleados y la inversión que realizan cada año en la compra de autos y su equipamiento.
Además, recordó que en 2014, cuando se obligó a usar el taxímetro y el gremio a nivel nacional invirtió más de $ 15 millones en la compra del equipo -que oscilaba entre los $ 180 y $ 300-, los conductores tuvieron que hacer este gasto sumado a otros rubros relacionados con permisos y costos por afiliación que en cada cooperativa se debe hacer.
Stalin Torres, presidente de la Cooperativa 9 de Abril, al igual que sus colegas, espera que el uso del taxímetro sea implementado y se respete con ello la tarifa que deberá ser establecida por la autoridad presente.
Asegura que no ha elevado la tarifa porque esta cooperativa cobra por un servicio de puerta a puerta, y dijo contar con “clientela por la seguridad que brindan, los carros modernos, limpios, con choferes uniformados, no hay carros viejos”. “La infraestructura que tenemos con el call center, más la frecuencia y los empleados, eso demanda costos”, recalcó.
Angel Ocaña, presidente de la Cooperativa Sur Limitada, que brinda el servicio a los clientes del centro comercial San Marino, dice que su compañía estableció su propio tarifario para conveniencia del usuario ya que, asegura, “al guayaquileño le gusta ponerse su tarifa por costumbre”.
El dirigente de esta cooperativa, que cuenta con aproximadamente 180 vehículos, no está de acuerdo con la prohibición de cobrar una tarifa establecida entre socios, porque considera injusto el que autoridades anteriores no tomaran en cuenta la elevación del costo de la vida durante la última década, y opina que en el gremio de taxistas esto ha sido manejado como un asunto político, sin respetar la regularización de su labor.
Ocaña dice que en esta época y en otras del año, donde el tráfico vehicular se congestiona, de acuerdo a las distancias y los valores, la tarifa podría elevarse en un 25%, aproximadamente.
“Nosotros tenemos tarifa fija los 12 meses del año, muy rara vez y específicamente el tarifario mío lo modifico. Aquí constan 100 direcciones y posiblemente el próximo año le muevo a Urdesa, donde cobramos $ 2 y subo a $ 2,50”, manifiesta.
Argumenta que esos pequeños movimientos se dan cuando las circunstancias lo ameritan, según el tránsito en horas pico.
“Mientras la ciudad avanza y el tráfico se ponga más pesado, para el taxista este mes de diciembre es triste; en el San Marino hay colas de clientes, no es que haga falta carros, la cola es porque los taxis no quieren entrar por el tráfico que les impide movilizarse”, argumentó.
En el siguiente video, una encuesta a la ciudadanía manifiesta la opinión de los usuarios de taxis en relación a los cobros excesivos del servicio en diferentes lugares de la ciudad. (I