México ha cambiado su ADN industrial en los últimos 30 años, ya que ha pasado de ser una economía cerrada, con una industria sustentada principalmente en la extracción y en mayor parte dirigida por el gobierno, a ser una economía mucho más abierta, con un sector privado más fuerte, además de industrias orientadas a la exportación y que emplean tanto a la manufactura tradicional como la avanzada.
De tal forma que hoy día, el país constituye la 15 economía más grande del mundo, con 95% de su Producto Interno Bruto (PIB) proveniente de la exportación de manufactura y 27% proveniente de la exportación de manufactura avanzada, aseguró Paulo Carreño, director general de ProMéxico en los trabajos del Foro Mundial Manufacturero 2017 (World Manufacturing Forum).
Solamente en 2016 el valor de las exportaciones de México sobrepasó un monto de 374,000 millones de dólares (mdd), 66% de lo cual correspondió a manufactura y manufactura avanzada, comentó Paulo Carreño.
Por lo anterior, México tiene el potencial de convertirse en la octava economía más grande del mundo para 2050.
En el mismo for, Víctor Carreón, director adjunto de Planeación y Evaluación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), aseguró que en la transición hacia la cuarta revolución industrial México tiene buenas bases, pues ha podido modificar su economía y lograr que más de 80% de sus exportaciones sean provenientes de la manufactura.
Asimismo, México se coloca en 2017 como el 15 principal destino para la inversión, según la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), y como el octavo destino más atractivo para la inversión extranjera directa conforme a la encuesta de directores generales que realiza la empresa de consultoría PwC.
Asimismo, el liderazgo del país en la manufactura global lo coloca entre los primeros siete productores y exportadores a nivel mundial de los sectores automotriz, aeronáutico, electrónico, de electrodomésticos, de tecnologías de la información y de dispositivos médicos, dijeron los funcionarios.
En aras de consolidar el crecimiento de la industria manufacturera nacional, Paulo Carreño aseguró que los principales sectores de oportunidad para México son los de biotecnología, nanotecnología, farmacéutica, industrias creativas, tecnologías de la información, mecatrónica y equipo médico.
En tanto, Víctor Carreón aseguró que entre los retos que supone esta nueva revolución industrial para México hacia 2030 se encuentran lograr una política pública articulada y estable a largo plazo, además de fortalecer los programas nacionales de posgrado en robótica, colaborar con estudios de posgrado en robótica en otros países y alcanzar un crecimiento del presupuesto para otorgar para becas en robótica y estudios relacionados, con el propósito de formar capital humano en tecnologías disruptivas.