Expertos del sector aseguran que el país aún tiene la oportunidad de garantizar su seguridad energética con el desarrollo de las áreas con recursos no convencionales, pues ya existen nuevas tecnologías que permiten su explotación sin hacer fracking.
De acuerdo con el Prontuario Estadístico de la Secretaría de Energía (Sener), en los primeros tres meses del año, en México se alcanzó un consumo promedio de 9 mil 342 millones de pies cúbicos de gas natural, 17.7 por ciento más que el mismo periodo del año pasado, ya que los bajos precios de este combustible han hecho atractivo su uso, no sólo para el sector comercial e industrial, sino también para la generación de electricidad.
Sin embargo, para poder abastecer la demanda, fue necesaria la importación de 6 mil 704 millones de pies cúbicos de gas natural, proveniente principalmente de Estados Unidos, lo cual significó un aumento de 30 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
El mencionado volumen ya representa el 72 por ciento del total del consumo en México, pues la oferta que hace Pemex es cada vez menor, lo que para los expertos ya representa un riesgo a la seguridad energética del país.
Los datos del prontuario de Sener señalan que la oferta nacional de la molécula en el periodo referido fue de sólo 2 mil 638 millones de pies cúbicos por día, apenas el 28 por ciento del consumo total en el país, y que además significó una reducción frente a 2018 de 5.8 por ciento en la produccción.
FACTORES
Pemex justificó esta situación al contacto agua-aceite en el campo Xanab y por la declinación natural de algunos campos. A esto se suma a que en la Región Norte se destinaron más recursos hacia campos productores de aceite que para gas.
La CNH ya ha advertido que esta dependencia, y sobre todo al combustible que llega de un solo país, ya ha provocado un alto grado de vulnerabilidad en la seguridad energética de México e incluso de la economía.
La baja disponibilidad y la poca infraestructura para transportar la molécula han comenzado a provocar problemas importantes. Esta semana, el Centro de Control de Energía (Cenace) aseguró que la falta de gas ya está afectando a las plantas de ciclo combinado de la CFE en la Península de Yucatán, las cuales estarán trabajando sólo al 25 por ciento de su capacidad, poniendo en riesgo la generación eléctrica en la zona de la península.