Después de una año de negociaciones entre el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Secretaría de Hacienda, lo que finalmente aceptó Videgaray y propuso al Congreso en el paquete económico de 2016, que la deducción inmediata de inversiones regrese para las pequeñas y medianas empresas (pymes) y empresas medianas con ventas máximas de 50 millones de pesos al año y para las grandes empresas sólo en los sectores de energía y construcción.
Los dirigentes empresariales no se quedarán de brazos cruzados e iniciaron ya su labor de cabildeo con legisladores.
Por lo pronto, el pasado viernes, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE;Juan Pablo Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y Claudio X. González, expresidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negociacios, se reunieron con Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI; César Camacho, líder de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, y conEmilio Gamboa, líder de los priistas en el Senado, para cabildear cambios en materia fiscal.
Lo que piden, además del regreso de la deducibilidad inmediata de inversiones para todas las empresas, es que se incremente la deducibilidad de prestaciones sociales que no está contemplada en el Presupuesto 2016, y ya encarrilados quieren, también, que se reduzca la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
El argumento del sector privado que no logró convencer ni al Servicio de Administración Tributaria (SAT) ni a la Secretaría de Hacienda es que con una mayor deducibilidad no se impactarán los ingresos tributarios porque se detonaría más inversión y empleo.
