Por Berenice Luna
No obstante, en México se plantea que cualquier empresa, sea pequeña o grande, se haga presente en el mega proyecto, aun cuando no se participe en igualdad de condiciones, lo cual ha despertado la inquietud de todos los integrantes del sector.
En entrevista para EN CONCRETO, Fernando Gutiérrez Ochoa, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), comentó que se encuentran en colaboración con las autoridades aeroportuarias para determinar el Sistema Nacional de Planeación de Infraestructura, con lo cual buscan que las obras se realicen en tiempo y forma.
Además se plantea que en dicho sistema se cuide que la participación de los involucrados sea transparente y en igualdad de condiciones. “La ingeniería mexicana tenemos la ventaja de que sabemos las circunstancias en las cuales estamos compitiendo, principalmente en el conocimiento del suelo, las características del lugar dónde se va a construir el nuevo aeropuerto, etcétera”.
Sin embargo, señaló que existen obras en las que los participantes tendrán que realizar asociaciones con constructoras internacionales con el fin de no quedar fuera. “En el caso de la licitación de este proyecto, -que es el más importante de la administración- se requiere que tengamos que soportarnos y apoyarnos en grupos externos, al final los que tienen la experiencia de realizar aeropuertos del tamaño del que se está realizando hoy, son las empresas extranjeras”.
Por su parte, Gustavo Arballo Luján, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), externó su preocupación por las bases de las licitaciones para el nuevo aeródromo, pues señaló que las condiciones que están pidiendo para participar rebasan la posibilidad de que una empresa mexicana tenga una experiencia de esa magnitud.
“Lo que les preocupa a las empresas constructoras es que en las bases de licitación estén pidiendo condiciones que puedan beneficiar a empresas extranjeras y ese no sería el problema, si en México son obras que no se pueden hacer o no se tiene la capacidad, adelante, sin embargo, en ocasiones dichas condiciones rebasa la capacidad de las constructoras nacionales”, aseveró.
En este sentido, Gutiérrez Ochoa señaló que lo que el colegio trata de hacer es buscar las oportunidades para que las empresas se asocien con constructoras que cumplan con garantías técnicas y tecnológicas para poder participar.
“Yo creo que hay oportunidad de que participen activamente en los consorcios y los que no tengan la capacidad financiera de poder contribuir o participar en ese sentido, al menos que puedan ser subcontratistas o contratistas de estos grandes consorcios, siempre con condiciones transparentes y objetivas para todos”, señaló.
Por último afirmó que las empresas locales serán las que realicen la mayor parte del proyecto, por lo que las pequeñas y medianas empresas (PyMes) también participarán de una u otra manera. “Al final los proyectos que hacen los grande consorcios requiere de mano de obra calificada con la que se cuenta en México y ahí es donde las pymes tienen una gran oportunidad para asociarse y buscar esquemas y contratos”.