Christopher Landau, embajador de Estados Unidos de América en México, señaló que una de las grandes ventajas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es que contó con la aprobación de mayorías abrumadoras tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de ese país, por lo que una nueva administración demócrata no tendría por qué representar un riesgo.
“El acuerdo fue ratificado hace poco, por mayorías abrumadoras, incluyendo votos demócratas, la (posible) vicepresidente Kamala Harris tiene derecho a su opinión y voto, pero el hecho de que ella no esté de acuerdo no significa que el T-MEC ya no va a quedar”, dijo durante la 18° México Cumbre de Negocios.
El diplomático añadió que el T-MEC tiene mecanismos de revisión para que continúe evolucionando y no sea tan rígido.
“Lo peor sería dejarlo congelado por años, su fuerza radica en que se puede modificar y adaptar, pero tendrá que pasar cierto tiempo para ver cómo va funcionando, habrá que ver qué cosas se pueden mejorar”, apuntó.
Agregó que aunque le pareció ‘casi milagroso’ que el tratado tuviera un apoyo bipartidista tan amplio, su implementación no será una ‘varita mágica’.
“No van a desparecer las disputas comerciales por el simple hecho de que exista el tratado. Debemos fomentar la prosperidad en la región, no podemos decir que ya estamos listos, hay que buscar reglas claras, el tratado nos da la base, es algo muy positivo pero tenemos que seguir trabajando”, puntualizó.
En este sentido, Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, coincidió en que el T-MEC no es ‘Harry Potter’, y que no va a poder evitar disputas, pero si las puede hacer más ordenadas y controladas.
Seade destacó como un punto positivo que el acuerdo tenga revisiones cada seis años, ya que las condiciones del mundo varían y las reglas comerciales se tienen que ir adaptando.
“Además, el tratado nos dará la oportunidad de hacer mejor lo que hicimos mal con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el diálogo entre Gobierno y sector privado será fundamental para su éxito”, apuntó.
Por otra parte, Patrick Ottensmeyer, presidente y director ejecutivo de Kansas City Southern, señaló que ha recibido muchas llamadas de CEO desesperados por diversas problemáticas que ha presentado México en los últimos meses, como el bloqueo de vías férreas y portuarias.
“El Gobierno de México debe hacer su trabajo, nosotros no somos la policía, deben garantizar el tráfico libre y que hagan lo que se considera apropiado”, dijo.
Resaltó que si México desea beneficiarse del ‘nearshoring’ (relocalización de empresas), se deben generar las condiciones para que esto suceda.
Al respecto, Landau afirmó que la relocalización debe ser la gran prioridad para la región de América del Norte, ya que hasta el momento, esta mudanza de inversiones no se ha dado como se esperaba.
“El Gobierno de México debe mandar señales de que la inversión será bienvenida”, aseveró.
El empresario Ottensmeyer también resaltó que el T-MEC debe cumplir con uno de sus más grandes beneficios, que es el de remover la incertidumbre y crear predictibilidad para invertir, “Espero que con la administración de Biden, la relación con México se vea mejorada y fortalecida”.
Fuente:
Hector Usla-https://www.elfinanciero.com.mx/economia/t-mec-no-corre-riesgo-aunque-kamala-harris-haya-votado-en-contra-landau