El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, y el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, concluyeron este miércoles su gira en Nueva York, donde sostuvieron encuentros con inversionistas extranjeros, analistas financieros y directivos de agencias calificadoras, a quienes expusieron que el sector petrolero seguirá siendo un motor del crecimiento económico nacional, con la empresa estatal como actor fundamental.
El director general de Pemex aseguró que el Plan de Negocios que recientemente presentó la empresa con un horizonte al 2021 define las acciones, retos y oportunidades para cada una de sus líneas de negocio, por lo que este plan ya está en ejecución y su eje rector es la rentabilidad para lo cual se tiene la oportunidad histórica de utilizar los instrumentos y la flexibilidad que otorga la reforma.
Según él, el plan ha sido bien recibido por los mercados financieros y la industria petrolera internacional y el gran reto será acelerar su implementación y ajustar la estructura de costos de la empresa para lograr un superávit primario en el 2017 y equilibrio financiero en tres o cuatro años más.
También explicó que los esfuerzos por parte de la empresa se focalizan en impulsar los farmouts o asociaciones tanto en aguas profundas como someras y campos terrestres, así como en los procesos de transformación industrial y logística.
La gira trabajo, coordinada por ambas entidades, tuvo como finalidad exponer ante los círculos financieros los fundamentos de la economía mexicana, destacar sus capacidades para hacer frente a la coyuntura económica internacional y dar a conocer los alcances del Plan de Negocios de Pemex. Para ello, sostuvieron encuentros con representantes de las calificadoras Fitch, Standard&Poor’s y Moody’s, y acudieron a la sede del Consejo de las Américas, detalló Pemex.
Por su parte, Meade explicó que en los últimos dos años México ha enfrentado un entorno externo adverso por la caída en los precios internacionales del petróleo, una considerable reducción en el ritmo de crecimiento económico mundial, la volatilidad en los mercados provocada por la normalización monetaria en Estados Unidos y la incertidumbre generada por fenómenos geopolíticos, como el reciente proceso electoral en este país vecino. Pero a pesar de este ambiente externo, el crecimiento del país se ha mostrado resistente, ya que México ha crecido en alrededor de 2.5% y, sin el efecto del sector petrolero, el dinamismo del resto de la economía nacional ha sido cercano a 3% desde el 2014.