La economía británica creció 0,6% en los tres meses a septiembre, por encima del promedio y superando las expectativas de economistas que preveían que la expansión cumpliera la proyección previa de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) de 0,5%.
La ONS además revisó a la baja el crecimiento para el segundo trimestre a 0,6% lo que implica que no hubo desaceleración tras la votación en junio a favor de la salida británica de la Unión Europea, desafiando todas las predicciones que en ese momento indicaban que el Brexit generaría recesión.
Ante la continuidad del buen desempeño del sector servicios, el Reino Unido parece camino a expandirse más de 2% este año, un ritmo más acelerado que todas las otras grandes economías del mundo excepto Estados Unidos.