Se fundamenta en la distribución desigual de las facilidades productivas por la superficie terrestre, ya que ni los recursos mineros, ni el suelo cultivable, ni la posibilidad de obtener energía hidroeléctrica , ni el clima, ni la población, se hallen distribuidos uniformemente, razón ésta por la cual, entre otras, el comercio internacional de ahora sea tan enorme y complejo, tanto si lo medimos por toneladas, contenedores, pasajeros, singladura o por derechos de peaje a través de un canal de navegación (Panamá y Suez) y en puertos del hemisferio occidental (Oeste meridiano de Greenwich): Vigo, Orán, Bristol, Dublín, Glasgow, Nueva York-Nueva Jersey, Veracruz, Ensenada, Vallarta, Progreso, Valparaíso, Arica, Lázaro Cárdenas, La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo, Santa Marta, Panamá, Rio de Janeiro, Porto Alegre, Montevideo ,Buenos Aires y Punta del Este.
Aparte de los puertos de Portland, San Francisco y Los Ángeles, también tenemos por el Pacífico, los diez puertos más importantes del mundo y el transporte marítimo de mercancías: Shanghái, Singapur, Suzhou, Qingdao, Dalián y Busan. Y, fuera de Asia, Róterdam.
Por esta dinámica desde mayo de 1966 existe el Fondo de Cooperación Económica Asia y Pacifico (Apec). En este proceso participan equipos humanos especializados y recursos financieros cuantiosos –en divisas- , por lo que el comercio exterior de un país es reflejo fiel de su economía, y las debilidades o progreso de ésta descuellan, obviamente, en la composición y evolución de las importaciones y de las exportaciones.