En el caso de las gasolinas, las autoridades hacendarias señalaron que solo impactaría a personas de clases medias y alta, pues las que tienen niveles de ingresos bajos o muy bajos no tienen auto, sí generará un golpe a la economía de las familias, pues finalmente todos los productos que consumen son transportados.
“El incremento de costos de los industriales, introductores, transportistas y distribuidores, tarde o temprano incide en los precios y acaba por afectar a todos; en el caso del aumento de energía eléctrica hay ramos industriales que recibirán de un solo golpe la inflación equivalente a seis meses; empresas productoras de plásticos o de fundición, que operan con hornos eléctricos, pueden tener impacto en sus costos de hasta 1.5 por ciento”, apuntó Francisco Cuevas, líder de la agrupación empresarial.
“Una familia que vive en la zona conurbada y trabaja en la Ciudad llega a gastar hasta 25 por ciento de su ingreso en transporte, y el que éste suba de precio en por lo menos 10 por ciento implica un golpe durísimo para la economía de las personas”, destacó.
En el caso de le energía eléctrica sucede exactamente lo mismo, ya que el Gobierno argumenta que, además del sector industrial y comercial, solo afecta a familias con consumos muy altos, pero en el caso de los dos primeros, también les representa un incremento en costos.