Pese al contexto en la región del Biobío marcado por un índice plano en materia de crecimiento, donde no se vislumbra un repunte de las inversiones en el corto plazo y a la intensa competencia portuaria, Puerto Coronel ha logrado mantenerse en el liderato en transferencia de carga medida en toneladas.
De hecho, Javier Anwandter, gerente general de Puerto Coronel, señaló a MundoMarítimo que han logrado crecer en el área de graneles y mantener dentro de las expectativas la transferencia de cargas break bulk. Esto en medio de “el tremendo fenómeno de la contenerización”, proceso que describe, se vive con la misma intensidad que hace algunos años en los puertos de la zona central.
Pero Biobío tiene sus propias características y dinámicas que la diferencian de la región de Valparaíso: “Aquí es determinante el cliente, más allá de las navieras, son los grandes clientes los que deciden dónde van a embarcar y las navieras vienen a buscar esa carga. Por lo tanto, nuestra principal tarea es fidelizar a nuestros clientes exportadores en general”, destaca.
Y en términos generales el balance para Anwandter es positivo: “Lo que planificamos en nuestra estrategia para enfrentar 2017 se ha cumplido en un 98%”.
Vocación exportadora y forestal
La región del Biobío- explica el ejecutivo- es fundamentalmente exportadora y forestal: “El 85% de las cargas que se transfieren son de exportación y de éstas, el 80% aproximadamente son productos forestales, en todas sus versiones: chips, maderas aserradas y celulosa”, señala.
La contenerización conquista cada vez más espacios en el ítem: “Me atrevería a decir que el 70-75% de los productos forestales está siendo exportado en formato contenedor, principalmente a oriente, a Europa y Estados Unidos. Hace quince años todo era break bulk, aunque el chip sigue siendo granel”, apunta.
Pero también en Puerto Coronel hay espacio para albergar otros negocios menos característicos. “Hay mucho alimento de salmón que está entrando (carga de importación), pero el clima ha hecho que se importen más fertilizantes, más trigo… y ese mercado tiene un crecimiento por sobre la media del resto de las cargas”, indica el ejecutivo.
En el plano regional, Javier Anwandter indica que “en toneladas transferidas estamos liderando la participación con un 33% que yo diría es más o menos lo que tenemos en el primer semestre; nos sigue San Vicente con un 27%, y después viene Lirquén con un 24% ó 25%”.
En este escenario de alta competencia, Anwandter, aclara posiciones: “San Vicente hoy lidera en la región en el movimiento de contenedores. Ahí nos encontramos en segundo lugar, a la fecha no nos superan por más de 10.000 a 15.000 contenedores en el primer semestre, pero esa pequeña diferencia la compensamos porque tenemos una mayor participación en los graneles donde ellos no participan con esa fuerza. Tenemos el liderazgo en tonelaje y creo que estaríamos cerrando el primer semestre en 450.000 o 500.000 toneladas por sobre lo que mueve San Vicente”.
Puntualiza, además que “creemos que a fin de años estaremos bordeando las 6,8 o 7 millones de toneladas de transferencia. Levemente superior al año pasado”.
Capacidades
Ante la escasez de proyectos productivos en la región del Biobío, Puerto Coronel ha priorizado apuntalar la eficiencia, concepto en el que Anwandter señala se ha invertido cerca de US$5 millones. “Todas nuestras inversiones han estado orientadas a mejorar lo que tenemos, a recuperar gran parte de nuestro terreno. Hemos invertido mucho en pavimentaciones, en crecer en patios para estar preparados cuando efectivamente vengan los crecimientos en la región”, afirma.
Un desafío que se vislumbra en el horizonte es la expansión de Celulosa Arauco con su proyecto MAPA. Y aunque “no tenemos fecha exacta, estimamos que de aquí a unos 5 años más, eso debiese estar en producción, con un 1,5 millón de toneladas más de celulosa”, apunta el ejecutivo.
Pero en Puerto Coronel están tranquilos. De hecho, la disponibilidad de espacio para su expansión es uno de los grandes potenciales del puerto, ya que “cuenta con 80 hectáreas divididos en dos grandes áreas: 33 hectáreas portuarias propiamente tal y un área de respaldo de 52 hectáreas, de las que tenemos 25 hectáreas disponibles para el futuro”, afirma.
Agrega que “en términos de muelle no tenemos ninguna restricción, contamos con más de 2.000 metros lineales de frente de atraque, una ocupación que es baja todavía y el muelle de contenedores hoy día tiene 400 metros”, a lo que suman las óptimas condiciones de dragado, conjunto de características que permitieron en 2016 la recalada sin inconvenientes del “Flavia”.
Comunidad y medioambiente
Hoy la ciudad de Coronel presenta un panorama distinto al de inicios de los años noventa, cuando se produjo el fin de la era del carbón. Fue por esos años en que este terminal, fue factor para permitir la reconversión laboral de la zona. “Hoy el Puerto ha crecido muchísimo y está dando trabajo directo a más de 2.000 personas. Si uno lo proyecta a la comunidad que vive del puerto, serían unas 10.000 personas”, estima el ejecutivo.
Además, el Puerto está involucrado en una serie de iniciativas con sus vecinos, cofinanciando del orden de 15 proyectos (sociales y/o vecinales) al año. Ejecuta un programa de Puerto Abierto para la comunidad, que ha permitido que 25.000 personas conozcan sus instalaciones. Además, apoya la formación como especialistas en trabajos portuarios a alumnos de liceos de la zona y tiene en programada la capacitación de 60 personas, entre ellos 20 profesores en materia portuaria, gracias a un acuerdo con la Universidad de la Santísima Concepción.
Un punto destacado lo ocupa la realización de la Maratón de Puerto Coronel, que este año marcó un récord con la participación de 3.500 personas, “instalándose como un hito deportivo en la región y que muchos deportistas la usan como entrenamiento para la Maratón de Santiago”, asegura Anwandter.
Este trabajo va de la mano con la política medioambiental de la empresa, donde destaca su suscripción en 2015 al Acuerdo de Producción Limpia del Biobío y en donde ya transcurrida la mitad del tiempo para el cumplimiento de los compromisos adquiridos, “llevamos un avance cercano del 78%”, sostiene el ejecutivo.
Sumado a lo anterior, se trabaja en un plan de ahorro energético y en el levantamiento de muros antiruido, “hemos puesto hasta muros de 3 metros de altura, con aislación de ruido al exterior”, sostiene el ejecutivo, quien enfatiza que “hoy en todos nuestros negocios, si bien es importante la parte económica no se dejan de lado, los aspectos sociales, ni medioambientales, ni de seguridad”.