Con datos de consultorías estadounidenses la industria de los drones tiene un valor estimado de 127 mil millones de dólares (mdd), sus principales nichos de desarrollo han sido en sectores industriales y de monitoreo. México representa el mayor mercado en Latinoamérica con un estimado de participación global de cinco por ciento.
Las aplicaciones de los drones en la vida cotidiana son incontables, desde la utilización de esta tecnología en la supervisión de cultivos como se realiza en Israel y mediante la cual los compradores de frescos monitorean en tiempo real diversas condiciones de la siembre y aplicación de fertilizantes, reduciendo el tiempo invertido en monitoreo; hasta labores de vigilancia continua en puertos marítimos tan extensos como el puerto de Yangshan en China cuya longitud es de aproximadamente 10 kilómetros (km).
Existen de igual forma fabricantes de robots y neumática alemanes que están en proceso de desarrollo con empresas fabricantes de drones para ofrecer servicios de control de inventario mediante el empleo de esta tecnología.
Los vehículos aéreos no tripulados se utilizan hoy como instrumentos de lucha anti terrorista hasta el envío de productos; y es precisamente este nicho uno de los que podrán impactar próximamente la industria de mensajería y servicios de flete.
En California existen empresas que actualmente desarrollan aeronaves no tripuladas fabricadas con compuestos de fibra de carbono diseñados para despegar sobre el agua, eliminando la necesidad de tren de aterrizaje y largas pistas de aterrizaje. Estas aeronaves volarán a no más de seis mil metros de altura y aunque con tiempos de traslado más largos no requerirán emplear tripulación a bordo lo cual puede reducir drásticamente el costo de operación versus los vuelos tripulados.
Dentro de este contexto existen ya programados para 2019 vuelos entre Los Ángeles y Hawái con aeronaves de 24 metros de longitud; y se prevé lograr vuelos entre China y California hacia 2020 con aeronaves de 42 metros de longitud; el nicho objetivo para esta nueva tecnología son las empresas trasnacionales y regionales de paquetería principalmente.
En este acelerado desarrollo tecnológico en materia de drones es vital que los gobiernos establezcan marcos regulatorios claros para el servicio que estas aeronaves brinden.
En fechas recientes en México la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ha impulsado acciones para fortalecer y generar nueva normativa aplicable a la operación de aeronaves piloteadas a distancias, como lo son los drones.
Además de considerar recomendaciones establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional, la nueva normativa regulará a las aeronaves no tripuladas con base en su peso y uso; se definirán reglas de operación y restricciones a uso en lugares públicos y recintos federales; así como limitaciones al transporte de mercancías. De vital importancia es que la regulación atiende concretamente la capacitación que los operadores de drones y las empresas proveedores del servicio deben tener al operar e interactuar con la población en general.
No obstante, aun y cuando la regulación en el empleo de drones y los servicios que estos brinden sea clara y las aeronaves cuenten con novedosos sistemas de seguridad como airbags, paracaídas y rastreadores satelitales, el mayor reto para el incremento en el empleo de esta tecnología dependerá de la propia aceptación que los consumidores muestren.
El consumidor y las empresas no sólo deben estar confiados en que su mercancía o servicio será brindado eficientemente, sino que buscarán que el empleo de los drones no debe representar un temor a la población en materia de su seguridad física y patrimonial; esto solamente se logrará mediante regulación eficiente y reducción de costos en los servicios que los drones puedan brindar para que este contexto incentive el consumo de esta tecnología.