Durante toda la historia del transporte marítimo de contenedores las navieras han transportado carga proveniente de comercios físicos, establecidos en diferentes partes del mundo para llevar sus productos hacia otras latitudes. Pero con la llegada del Internet y las compras online, la logística del transporte se ha complejizado. La compra se realiza través de un portal en un país, es procesada en otro, pero la carga viene de un tercero. Pero esta dinámica podría estar en jaque gracias a la nueva área de negocios de Amazon: NVOCC o non-vessel operating common carrier (operador de transporte sin embarcación).
De acuerdo a un análisis realizado por S&P Global Platts, esta figura tiene enfrentado al gigante del retail online con el dueño de los siete mares: Maersk. Amazon está autorizado para operar como transportista de carga entre Estados Unidos y China, consolidando su rol como compañía logística y agente embarcador (freight forwarder), pues ya cuentan con operación en aviación, transporte camionero y fabricante –la cadena logística completa.
La conquista de Amazon…
Amazon es nuevo en esto de la fabricación, ya que obtuvo su primera patente para manufactura de ropa y otros productos a pedido a través de su tienda virtual a principios de este año. Con este permiso, Amazon ahora puede trabajar directamente con proveedores chinos para la fabricación de sus prendas, eliminando al intermediario en todas sus formas, pues está facultado para operar en todas las etapas de la transacción y despacho de la carga… quitándole una importante participación a actores más antiguos en la cadena logística.
El problema de este nuevo escenario logístico es que se vuelva tendencia entre otros retailers digitales, lo cual pondría en verdaros aprietos a la industria de transporte naviero tradicional. AP Møller Maersk está precisamente trabajando para asegurar a la industria en medio de esta incipiente –pero amenazante- tempestad.
…y la defensa de Maersk
La gigante danesa se asoció con IBM para desarrollar una estrategia de blockchain (cadena de bloques de información), para optimizar los flujos de información en el proceso de transporte. En 2014, ambas empresas lideraron una investigación donde descubrieron que para un simple embarque de fruta desde Kenya a Holanda había más de 200 interacciones y más de 30 profesionales involucrados en el papeleo. Con tanto movimiento de la información, la seguridad queda ampliamente expuesta.
El blockchain Hyperledger utilizado por Maersk e IBM viene a solucionar precisamente eso. Se trata de una base de datos que garantiza la validez de las transacciones, asegurando que no puedan ser falsificadas en el futuro y agregando privacidad y seguridad a los datos.
Y como si la tecnología blockchain no fuera suficiente para asegurar las transacciones, Maersk se asoció al gigante asiático del retail online, Alibaba, para unir logística y comercio electrónico –y quizás así competir de igual a igual contra Amazon. Alibaba cuenta con la plataforma OneTouch, que permite a los proveedores reservar de manera directa espacios en los portacontenedores, elmininando así a los freight forwarders. Navieras como CMA CGM y ZIM son parte de esta plataforma que además agiliza la tramitación de la documentación de comercio exterior.
Víctimas de la disrupción tecnológica
En el camino hacia la carrera tecnológica van quedando heridos los freight forwarders y las navieras de menor escala, quienes no cuentan con los recursos para competir con gigantes como Amazon o Maersk. Por lo tanto, la única opción que les queda es asociarse e integrar operaciones en un mundo cada vez más globalizado.