De un presupuesto residual de 80 millones (el cedido por SCT al momento del traslado de funciones) Marina tendrá el próximo año 434.6 millones, una cantidad que puede resultar aún insuficiente para las tareas implicadas, pero que finalmente significa recursos frescos para administrar los puertos del país.
La capitanía de los puertos es oficialmente una labor administrativa, pero resulta actualmente de primera importancia debido a que vigila la entrada y salida de embarcaciones y la organización de los navíos para las revisiones y registros a la que cada una debe someterse.
En puertos como Manzanillo o Lázaro Cárdenas estas labores resultan vitales para evitar que el tráfico ilegal pase desapercibido o que embarcaciones con actividades ilegales entren o salgan de puerto sin dar aviso a nadie.
La Marina, a diferencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuenta con la forma de obligar a las embarcaciones a obedecer a las capitanías de puerto.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación entregado la pasada semana contempla ya esta modificación. En un apartado nuevo de gasto, “Administración y Operación de Capitanías de Puerto y Asuntos Marítimos”, se contemplan un total de 434 millones 690 mil 710 pesos.
La Marina está a cargo desde este año de regular la entrada y salida de navíos en las zonas portuarias, lo que se ha tornado estratégico pues implica también ordenar los procesos de revisión de navíos.
El proyecto de presupuesto aún está en revisión en el Congreso de la Unión, pero Marina logró por lo pronto que esta actividad tenga fondos específicos. Son 103 capitanías de puertos las que Marina debe administrar lo que significa que en promedio cada uno tendría 4.2 millones de presupuesto programable.
Fuentes de Marina consultadas por Crónica indicaron que si bien siempre harán falta más recursos, por lo pronto la Secretaría de Hacienda ha mostrado su disposición a que este tema estratégico sea contemplado en la planeación presupuestal.