La empresa mexicana Fábrica Nacional de Lijas (Fandeli), cumple este año su noventa aniversario; su proyecto para el siguiente lustro será duplicar su productividad apoyado en las exportaciones que hoy en día son el destino del 30% de su producción.
Los abrasivos revestidos, o lijas son parte de las herramientas que requieren las industrias de muebles, trenes, aeronáutica, automotriz, entre muchas otras; de hecho se dice que el 85% de las cosas que tocamos en nuestra vida diaria pasa por un proceso de lijado, y la función de la herramienta es para mejorar la apariencia y textura de todo tipo de materiales, dijo en entrevista Javier Pérez-Olagaray, director general de Fandeli.
En el marco del 90 aniversario de la compañía, su directivo compartió a El Economista que el principal reto a lo largo de los años ha sido que la tecnología ha evolucionado, por lo que ellos también tuvieron que desarrollar los productos que demandan los fabricantes de los materiales en todas las industrias.
Fandeli es el principal fabricante en México de abrasivos revestidos y lijas, cuentan con una planta de tecnología en Querétaro y tres plantas de manufactura en el Estados de México, donde el volumen de producción anual es de 14 millones de metros cuadrados, con la meta de duplicarlo en los siguientes cinco años, con miras a expandir su mercado más allá del continente de América, con visiones en Asia, donde se encuentra India y los requerimientos comerciales han ido cuesta arriba.
“Exportamos a lugares tan lejanos como la India, sentimos que hay oportunidades de crecimiento importante en los mercados internacionales, tenemos productos que son altamente competitivos y se demandan en otros países en cantidades crecientes”, apuntó el Pérez-Olagaray.
La empresa exporta a 25 países, aproximadamente 4.6 millones de metros cuadrados de abrasivo revestido y lija, un tercio de ello es para Estados Unidos y Canadá, región que consiguió relevancia con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y ahora con la renegociación Pérez-Olagaray consideró que tal vez su clientes pudieran reducir sus pedidos, pero cuentan con una compañía filial en Estados Unidos que es la que maneja las ventas en el norte del continente, por lo que su preocupación es moderada.
“Respecto a las reglas de origen, como tenemos un contenido nacional lo suficientemente elevado, o dentro de los países del TLCAN, no tenemos una situación que nos afecte. Prácticamente todas las materias primas que importamos provienen de países con quienes tenemos TLC, por lo que no hay arancel, o es mínimo”, expresó el directivo.