Aunque sigue la posibilidad de que Estados Unidos salga del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), las grandes empresas fabricantes de autopartes afirman que mantendrán sus inversiones de México.
“Nuestro plan de inversiones en México no ha cambiado, continuamos con él”, dijo Alberto de Icaza, director de ZF México, uno de los proveedores más grandes del mundo de tecnologías de transmisión y chasis.
Esta empresa alemana tiene 19 plantas en México, distribuidas en Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Durango, Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro y Toluca.
En esas unidades productivas fabrica al menos 10 productos, desde bolsas de aire, cinturones de seguridad y discos, hasta unidades de control eléctrico para transmisiones, partes para suspensiones y amortiguadores.
Alrededor de 20% de la producción de estas plantas se queda en México, mientras que el resto lo exporta a Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia.
México es el país en donde esta empresa emplea a más personas en el mundo fuera de Alemania.
En Guadalajara, por ejemplo, está su planta más grande de amortiguadores a nivel global, donde al año fabrica 25 millones de unidades. Desmontar toda esta operación sería sumamente costoso y no es viable, según sus directivos.
Icaza, que ha seguido de cerca la renegociación del TLCAN, confía en que el acuerdo seguirá, pero no descarta que haya un cambio en el porcentaje de contenido regional que deberán tener los vehículos fabricados en Norteamérica para ser exportados sin aranceles.
Los costos son un factor fundamental
Otra compañía que comparte una postura similar es Michelin, que en 2016 anunció una inversión de 510 millones de dólares (mdd) para construir una planta en León, Guanajuato.
“Por ahora nuestros planes son los mismos, la planta de Guanajuato iniciará operaciones como estaba previsto”, dijo Tom Sullivan, encargado de las Relaciones Públicas en Estados Unidos de la división de llantas para autos de pasajeros y camiones livianos de Michelin, tras la conferencia de prensa que la marca dio en el Auto Show de Detroit.
La nueva planta forma parte de una estrategia de expansión internacional de la firma francesa, enfocada en reducir costos y mantener su competitividad frente a rivales chinos.
Además, la asiática Aisin, que en 1996 se instaló en Ciénega de Flores, Nuevo León, para fabricar manijas y cerraduras para las puertas de los vehículos, también confirmó que continúa con la construcción de una nueva fábrica en Comonfort, Guanajuato, para abastecer a la nueva planta de Toyota.
“Hacerlo desde Estados Unidos no tiene sentido porque se eleva el costo logístico y en consecuencia el precio final de los componentes”, explicó Eric Archambeau, gerente de la división de componentes para carrocería de Aisin.