México y Brasil enfrentan el mayor riesgo en América Latina de reversión de políticas que pudiera perjudicar la consolidación fiscal y los esfuerzos de reformas estructurales, esto debido a que en ambos países hay candidatos a la Presidencia que han manifestado su interés por hacerlo, advierte Moody’s.
“En estos casos, ciertas características institucionales tales como la composición del Congreso, pesarán en la capacidad de los nuevos gobiernos para implementar sus respectivas agendas políticas”, señaló.
Si bien la calificadora no menciona ningún nombre, en México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de Morena, ha manifestado su interés por modificar reformas como la energética, además de frenar proyectos como el nuevo aeropuerto capitalino.
“Dada la popularidad de estos candidatos en México y Brasil, ambos países enfrentan un mayor riesgo de reversión de políticas”. señaló.
En Colombia, por otro lado, a pesar del creciente descontento con el actual gobierno, las características institucionales y el apoyo de los principales candidatos presidenciales en cuanto al tema de políticas fiscales prudentes, contribuirán a la continuidad de política pese a la polarización que existe entre los candidatos: “no obstante, esperamos que la consolidación fiscal avance a un ritmo menor debido al crecimiento persistentemente bajo”.
De acuerdo con la calificadora, es posible que los nuevos gobiernos estén menos comprometidos en buscar reformas ambiciosas tras varios años de bajo crecimiento.
“Aún si continuara un compromiso por lograr reformas, su implementación podría ser difícil debido a la falta de apoyo político, señala.
Explica que los casos de supuesta corrupción contra funcionarios electos y el débil desempeño económico de la región en general, han incentivado el descontento con los gobiernos actuales.
Ante este escenario, han surgido candidatos que se oponen a las reformas de cara a las elecciones presidenciales de 2018 en Brasil, Colombia y México. Algunos de ellos, agrega, son personajes nuevos de la política o no tienen afiliación con partidos políticos tradicionales, y promueven políticas que chocan con las de los partidos establecidos, aseguró.
“Esto hará que las políticas sean menos predecibles y afectará negativamente el sentimiento comercial y de consumo, así como también se afectará el gasto de inversión”, sentenció Samar Maziad, vicepresidente de Moody’s.