La cancillería argentina explicó en un comunicado que la ampliación y profundización del ACE 6 “responde a la necesidad de contar con un acuerdo de última generación mediante el cual se consolide la relación comercial bilateral”.
Los cambios a este acuerdo permitirán la modernización del marco jurídico existente “a través de la incorporación de reglas comerciales que brinden mayor certidumbre y nuevas oportunidades a los empresarios de ambos países”, agregó.
Precisó que durante esta ronda, que terminará el jueves, se reunirán los equipos técnicos de las 13 disciplinas que se están negociando como acceso a mercados, reglas de origen, obstáculos técnicos al comercio y medidas sanitarias y fitosanitarias.
La lista de temas pendientes se completa con las salvaguardias, los servicios, contratación pública, propiedad intelectual, inversiones, política de competencia, facilitación del comercio, mejora regulatoria y aspectos institucionales y solución de diferencias.
La cancillería expuso que la expectativa principal de Argentina en la negociación es ampliar la cobertura del ACE 6 sobre el universo total de bienes, extendiéndola, en especial en el sector de productos agrícolas y agroindustriales.
De esta manera, “se procura conferir un nuevo dinamismo a la relación comercial bilateral que, en 2017, alcanzó los 2,700 millones de dólares, por debajo del potencial que corresponde a la segunda y tercera economías de América Latina”, señaló.