Las actividades de exportación e importación son vitales para las economías, pues les permiten la diversificación, al no depender únicamente del mercado nacional. De esta manera, las empresas manejan su riesgo y lo distribuyen entre varios países, con el fin de minimizarlo.
Dentro de los principales desafíos que las empresas enfrentan al extenderse hacia nuevos lugares, destacan, principalmente, las diferencias culturales, sobre todo en la forma en que se realizan los negocios. Otros aspectos por considerar son el marco legal, el sistema de impuestos y aduanas, y el idioma.
Guatemala, tradicionalmente, ha tenido como principales socios comerciales a sus vecinos: Estados Unidos, México y Centroamérica. Pero, en los últimos años, ha encontrado beneficios en la incursión en nuevos mercados, como el asiático, el cual ofrece oportunidades debido a que el país latinoamericano tiene una alta dependencia de la agricultura, por lo que podría convertirse en un proveedor importante para las naciones que están del otro lado del Océano Pacífico.
El resto de los territorios del Istmo también tiene condiciones similares, por lo que sería un paso importante aumentar el intercambio comercial hacia esa región, entre otros lugares.
Por ejemplo, China demanda materias primas, en su mayoría, mientras que la India solicita manufacturas, productos mineros y agrícolas. En este último caso, uno de los aspectos de mayor demanda en la balanza de India es la exportación y la importación de servicios, en específico los relacionados con la computación y la información, entre otros. Sin embargo, hay que anotar diferencias importantes en estos dos países: mientras que India ha optado por una economía abierta y menos regulada, en China las relaciones deben realizarse a través del gobierno.
Un estudio de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), realizado en 2015, sobre las relaciones comerciales entre Centroamérica y los dos países antes mencionados, considera que es clave que, tanto Guatemala como el resto de sus vecinos, sumen esfuerzos para aumentar el intercambio comercial que tienen con Asia, pues son los más fuertes, económicamente hablando, dentro de los denominados BRIC (Brasil, Rusia, India, China).
El Istmo mantiene un intercambio importante con estas naciones, el cual podría ser mayor, de lograr un comercio en una negociación como bloque económico:
Recientemente, los países de Centroamérica, con excepción de Guatemala, firmaron un tratado de libre comercio con Corea del Sur, país que es un buen anfitrión de los emprendimientos, y esto podría dar pie a una colaboración de intercambios tecnológicos que permitan crear, más allá de un simple intercambio comercial, nuevos mercados y otras relaciones comerciales.
Cabe anotar que aún persiste la voluntad de que el país chapín tenga un tratado de libre comercio con Corea; sin embargo, ante el riesgo que representa para la industria del acero, se hacen revisiones para no perjudicar a ninguna de las partes.
En esta línea, hay que tomar en cuenta que Guatemala tiene un tratado de libre comercio con Taiwán, el cual ya ha creado oportunidades importantes para el sector exportador.
De acuerdo con datos de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport), en el año 2016 las exportaciones del país centroamericano hacia la nación asiática crecieron 444%, en comparación con lo obtenido en 2006.
Por otro lado, Japón es otro lugar que mantiene una relación significativa con el Istmo; sin embargo, su interés no se manifiesta sólo a nivel comercial, pues también quiere que se conozca su cultura y sus valores, de la mano con los posibles intercambios de inversión.
De esa cuenta, generar nuevos socios comerciales es una tarea que las economías deben realizar con esfuerzo, para, de este modo, diversificar los mercados e incrementar la producción de bienes y servicios que generen más y mejores puestos de trabajo.