El gobierno mexicano tiene un pendiente con Estados Unidos: responder a la imposición de aranceles de 20% a lavadoras de mayor tamaño y de 30% a paneles solares, a finales de enero pasado.
México puede reaccionar apegándose al artículo 802 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) referente a las excepciones y métodos de defensa para los socios comerciales, frente a la aplicación de aranceles provisionales por tres años o salvaguardias, explicó Alejandro Gómez Strozzi, socio de la práctica de Comercio Internacional de la firma legal Gardere, Arena y Asociados.
A través de la solicitud de mesas de consultas dentro del marco del TLCAN, México puede informar a Estados Unidos la posibilidad de aplicar aranceles en represalia, explicó Enrique Zavala, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).
La fracción 802.6 del TLCAN refiere que el país que aplica las salvaguardias debe compensar al país afectado con concesiones que tengan efectos comerciales sustancialmente equivalentes al daño de los aranceles aplicados a las lavadoras y paneles solares.
Pero en caso de que las partes implicadas no lleguen a un acuerdo sobre la compensación, México puede aplicar medidas equivalentes al daño generado por los impuestos aplicados a estas mercancías, explicó Zavala.
Para ello, el gobierno mexicano puede suspender el beneficio de cero arancel a algunas de las exportaciones estadounidenses, e irse a los aranceles que considere relevantes dentro del marco de la Nación Más Favorecida (NMF) de la Organización Mundial de Comercio (OMC), explicó el socio de Gardere.
Irse a los aranceles NMF, no significa que estos se apliquen en su totalidad, pues se trata de porcentajes máximos, precisa Gómez.
Por ejemplo, el vino, tiene un arancel NMF de 20%. De acuerdo al daño económico que se considere por los aranceles de Estados Unidos, México puede decidir si aplica ese arancel máximo o un monto menor como 10 o 15%.
En el análisis para la aplicación de aranceles a los productos debe considerar cuál sería el impacto a la economía mexicana y si pueden generar un efecto inflacionario.
Por ejemplo, si México es el principal comprador de maíz amarillo de Estados Unidos, usado en buena parte para alimentar ganado, sería un error aplicar un arancel a este producto, porque se pueden generar efectos inflacionarios, comentó el socio de Gardere.