Debido a los cambios en materia de “outsourcing” que se incluyeron en la reforma laboral, las maquiladoras entraron en un dilema planteado desde la misma ley: pagar o no pagar utilidades a los empleados subcontratados.
Francisco Legarreta Martínez, socio del despacho de abogados de Baker & McKenzie México y especialista en materia laboral, explicó que los cambios en vigor desde el primero de diciembre del año pasado traen una confusión sobre quién debe pagar la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU) a los empleados de una firma de “outsourcing”.
Cabe mencionar que las empresas en México están obligadas a repartir en mayo el 10 por ciento de sus ganancias del año anterior entre sus trabajadores.
Las maquiladoras han venido utilizando el esquema de subcontratación como una forma de ahorrar dinero en procesos de contratación y despido, empleando a compañías que les “rentan” la mano de obra de sus trabajadores para que hagan cierta parte de la producción.
Legarreta Martínez dijo que con los cambios la Ley Federal del Trabajo obligan a las maquiladoras a pagar utilidades a los empleados subcontratados, lo que abre varias posibilidades.
Por un lado, explicó el abogado, el empleado de “outsourcing” podría recibir utilidades en dos partes: en la maquiladora donde presta sus servicios subcontratado y en la firma subcontratadora que lo emplea, y de quien sigue siendo la obligación del pago de utilidades.
Otra posibilidad, dijo, es que si la maquiladora reparte su utilidad entre los subcontratados y contratados, estará cometiendo una injusticia contra sus empleados directos, pues le darán parte de las ganancias a trabajadores de otra empresa.
El especialista indicó que muchos gerentes de recursos humanos tienen dudas sobre cómo cumplirán con esta obligación que se debe acatar el mes próximo.
Añadió que la opción que parece tomarán más empresas, es hacer el pago como se venía haciendo en los años pasados, es decir, repartir las utilidades entre los empleados directos y dejar que las firmas de “outsourcing” le paguen a los indirectos.
Sin embargo, señaló, se puso a las empresas en un dilema sobre qué hacer y en una posición riesgosa, pues podrían presentarse demandas tras el pago de las utilidades.