Una posible desaceleración de la economía estadounidense afectaría aún más a las industrias exportadoras mexicanas, considerando que 80% de sus envíos va a dicho mercado, considera la consultoría.
El Covid-19 propiciará un impacto crítico en las importaciones y exportaciones de México, destacó Roberto Zapata, socio senior en Consultores Internacionales Ansley.
“Al igual que en la economía global, el Covid-19 pondrá a la economía de México en una situación más difícil de la que ya se encontraba. El impacto más evidente y crítico llegará en el rubro comercial, y podría ser doble”, argumentó.
Primero, la falta de suministros chinos afectará la producción manufacturera. De hecho, de acuerdo con la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), México será la octava economía más afectada por la disrupción a las cadenas de suministro globales causadas por el Covid-19. Esta organización estima que el impacto podría alcanzar hasta 1,300 millones de dólares de las exportaciones mexicanas. Las industrias más globalizadas son las más vulnerables: automotriz, eléctrico-electrónico, farmacéutico, aeroespacial y equipo médico.
Esto lo ha confirmado una encuesta de Index que revela que 45% de sus fábricas ya enfrenta falta de suministros chinos (principalmente componentes electrónicos) y, al menos, una docena ha tenido que parar líneas de producción. Por lo mismo, los clústeres automotrices de Querétaro, Nuevo León y La Laguna ya se preparan para posibles impactos.
Segundo, en un contexto de recesión global, una posible desaceleración de la economía estadounidense afectaría aún más a las industrias exportadoras mexicanas, considerando que 80% de sus exportaciones va al mercado estadounidense. Esto, además, podría provocar una caída en las remesas de mexicanos en Estados Unidos, las cuales constituyen una fuente de ingresos importante para muchas familias mexicanas.
Dados los efectos e implicaciones del Covid-19 en el desempeño económico de México, Zapata indicó que hay una serie de impactos al ambiente de negocios que podrían presentarse y que las empresas deben tomar en consideración en sus planes de negocio frente a la contingencia.
Uno de ellos consiste en ajustes en la dinámica delictiva: es probable que la primera etapa de aislamiento social derive en una reducción de incidencia delictiva; un comportamiento similar se observó durante la suspensión de actividades en abril del 2009, para combatir la influenza AH1N1. Sin embargo, con la reactivación de la movilidad se observó una evolución negativa.
Otro es el incumplimiento de pagos: ante una caída de la actividad económica que, en algunos casos, dejará sin liquidez a muchas empresas, sobre todo pymes, se prevé que pueda darse un incumplimiento en los pagos de nómina, proveedores y créditos bancarios. Lo anterior redundaría en incumplimiento de pagos de hipotecas y otro tipo de créditos (como los que se adquieren al comprar un vehículo). Un tercer impacto estaría en la extensión del periodo de aislamiento.
Fuente: Automotive.
Propiciará Covid-19 impacto crítico en las exportaciones: Ansley