domingo, noviembre 24, 2024
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Aceite de oliva: esperan que este año mejore la comercialización

Referentes de la industria estiman que con una buena cosecha se pueden abrir posibilidades en el exterior. Preocupa el estado de los cultivos.

Con buenas perspectivas desde lo comercial, aunque con graves problemas en lo productivo, así es como esperan que transcurra el 2017, los referentes del sector olivícola.

Hay visiones muy diferentes de lo que fue y lo que vendrá en lo que se refiere al comercio. En lo que coinciden todos los consultados es en remarcar la preocupante realidad que vive la parte de producción primaria.

Armando Mansur, presidente de la Asociación Olivícola Mendoza (Asolmen), contó que en Argentina se producen 32.000 toneladas de aceite de oliva, el 25 % -unas 8.000 toneladas- es elaborado en Mendoza. De estos números, entre 7.000 y 9.000 toneladas van al consumo interno, lo que hace que el 70% se exporte, principalmente a Brasil y Estados Unidos.

En cuanto a la situación del sector, Mansur, que cuenta con la firma Olivares de Don Ignacio, de Rivadavia, explicó que “venimos de un año malo, con una producción mala y precios internacionales estables. Y si bien la devaluación de principios de año ayudó, se terminó licuando con la suba de los costos, algo que les pasó a todas las economías regionales en general”.

Igualmente auguró para 2017 “que se avecina una muy buena cosecha. Esperemos tener suerte con el tema de las contingencias climáticas”.

Lo que hace pensar que este será un buen año para el presidente de Asolmen es el hecho de que el gobierno mejoró los reintegros para el sector, que en el caso del aceite de oliva llega al 4%.

A esto se le agrega que se quitaría el subsidio vía fideicomiso público-privado con el que contaban los aceites de base de girasol, lo que evaluó “permitirá una competencia en el mercado interno más equitativa”.

En la vereda de enfrente se para Rodolfo Vargas Arizu, quien manifestó que “los mercados internacionales están todos perdidos, esto provocado en parte por la baja del euro, casi a la altura del dólar, lo que hace a los aceites españoles más competitivos aún y lo único que quedó es el mercado interno”.

Para este productor, “o el dólar está muy bajo en Argentina o los costos están muy altos”. La realidad que grafica es que Argentina no es competitiva, como lo fue entre 2003 y 2007, con un tipo de cambio equilibrado.

Arizu estimó que desde que el cambio se deterioró más las buenas cosechas europeas hicieron que se perdieran mercados. En Mendoza la producción está concentrada en Maipú, el Este y algo en el Sur.

La provincia llegó a ser la principal productora de aceite de oliva del país, pero cedió ese lugar y cayó hasta la cuarta posición, detrás de Catamarca, La Rioja y San Juan.

Todos los consultados coincidieron en señalar que esto se debió principalmente al perjuicio que le generó a Mendoza el diferimiento impositivo establecido por la famosa promoción industrial.

Para Lourdes Toujas, productora de aceite de oliva con su nombre de pila como marca, las proyecciones para el 2017 son buenas con una producción importante de aceituna para aceite de oliva lo que avecina una mayor producción de aceite, esto es debido a que la producción del año 2016, por diferentes factores, fue escasa.

Esta productora celebró la medida que le quitó el 5% de retenciones que tenía la actividad, aunque aclaró que “la realidad del sector es que no somos competitivos en precios, debido a que competimos con producciones subsidiadas de otros países y eso hace que incorporar nuestro producto en el exterior sea una tareacompleja”.

Gabriel Guardia, gerente de planta de Olivícola Laur, explicó que “quizás nuestra realidad no sea la de todos, pero yo veo un buen panorama de crecimiento en mercado interno y exportaciones. Y cerramos el año con un saldo positivo con crecimiento importante de ventas.

Mario Bustos Carra, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo (Ccecuyo), manifestó que 2016 se terminó mejor que en 2015 ya que se sacaron las retenciones y rescató que el 2017 se arranca de la mejor manera con la devolución del reintegro de las exportaciones.

Problema primario

Todos los consultados coincidieron en señalar que es el sector primario olivícola el que mayores inconvenientes presenta para 2017, y que terminó no de la mejor manera 2016.

Vargas Arizu sostuvo que “hay un deterioro de la parte agrícola que es difícil de computar. Mucho es por las heladas, granizo y exceso de agua que tuvimos, y otro por abandono que hacen del cultivo por falta de precios”.

El presidente de Asolmen contó que el productor está en una situación muy delicada y que el gobierno tendrá que reparar esta situación, ya que se encuentra desfinanciado “y los costos de cosecha son altos, es el 40% del valor final”.

“Tantos años de maltrato en las economías regionales y sobre todo a la agroindustria, motivo que el productor primario pierda rentabilidad en los cultivos. Es una tarea difícil de revertir porque necesita años, y en algunos casos no se recupera y hay que replantear. Es panorama es complicado para la agricultura en general”, evaluó el presidente de Ccecuyo.

En esta misma línea, Toujas, explicó que se termina un año difícil con poca producción y estableció la necesidad de “ayudar a la actividad primaria, al productor, ya que sin ellos no podemos tener aceite de calidad y en cantidad. Apoyar a esta etapa de la cadena productiva es fundamental para ser competitivos en mercados internacionales, si no ayudamos al productor difícilmente encontraremos producciones de aceituna en cantidad y calidad”.

Competencia desleal

La realidad marca que la principal competencia del aceite de oliva argentino la tiene en Europa. Según los consultados en el viejo continente cuentan con ventajas impositivas muy grandes que hacen muy difícil ser competitivo.

Mansur detalló que “el plan de ayuda comunitario a la agricultura en Europa le garantizan la rentabilidad al sector hasta el 2020. Es decir que competimos en un mercado altamente subsidiado”.

Y destacó que el principal problema con el que cuentan hoy es el flete. “Posicionar un contenedor en el puerto de Buenos Aires o Valparaíso nos cuesta u$s 2.400. Mientras que uno vía más, con 35 días de barco nos están cobrando u$s 800. El gran tema que tenemos también es que los precios internacionales se mantienen estables, pero los nacionales están en alza. Eso nos descoloca, nos saca de mercado y hacen que nuestros compradores no comprendan las fluctuaciones de los precios”.

Igualmente el presidente de Asolmen destacó que para 2017 se avizora un caída en la producción europea del orden del 8 %, sobre una producción que ya venía en baja, “lo que hace con la concreción del reintegro de las retenciones a las exportaciones podamos absorber algunos nichos de mercado”.

Bustos Carra contó que el precio de venta del aceite de oliva al exterior ronda los u$s 3.100 la tonelada, dependiendo el valor final siempre de la calidad del producto. Igualmente destacó que hace falta un gran esfuerzo porque se compite con una Unión Europea subsidiada y un Brasil, uno de los principales compradores, con serios problemas financieros.

“El aceite de oliva se lo subsidia al 50% del valor en la Comunidad Europea. Y acá se lo grava la actividad, los impuestos son los mismos y en algunos casos crecieron. Mientras no se revea la fuerte presión fiscal, difícilmente sea prospero el sector”, aseguró.

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Cortesía de Investing.com

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