Fue desde el 24 de agosto del 2012 cuando se dio inicio a los trabajos de ampliación de la Bocana de acceso al puerto de Salina Cruz, cerrando con candado la escalera de acceso a la plataforma. En ese momento se informó mediante lonas y letreros que decían “para resguardar la seguridad física de las personas, el malecón se encuentra cerrado, es utilizado por equipo de transporte y maquinaria”.
Pero no informaron a la ciudadanía que nunca jamás volverían hacer uso de la playa, comenta Patricia León Alcántar y familia, quienes viven en las colonias San Martín, Santa Rosa y Miramar. “La plataforma por muchos años fue un espacio al que iban mis papás, abuelos, y también mis hijos acostumbraban hacer uso de este espacio de recreación. Qué inconscientes son estas personas e ingratos, por no pensar en habilitar un espacio en el cual nos pudiéramos bañar normalmente”.
Ángel Pérez Cantu, de profesión ostionero, del centro botanero “Las Piedritas”, comenta: “Nuestra actividad lo continuamos haciendo normalmente, conocemos las rocas del muelle mejor que nadie, y de igual forma tenemos otros espacios en la playa abierta, por halla, rumbo a ‘la cueva del diablo’. Pero sÍ nos afecta a la gente humilde que solíamos ir al malecón, mientras yo buceaba, mis primos y vecinos tiraban al mar su anzuelo con carnada y plomo, sostenido por una cuerda para pescar del número 4, sacaban después de cinco horas de pesca, unos seis o 12 pescados, metiendo al chinchorro, los peces capturados tales como el huachinango, lenguado, cochinita, entre otros”.
Relata que lo llevaban a sus casas la mujer le quitaba las tripas y escamas, para enseguida freírlos en aceite en un sartén. Toda la familia comía aunque sea una vez al día y quedaban bien llenos. Dando gracias a dios descansaban para amanecer con más fuerzas al día siguiente.
