César Salazar indicó que este episodio entre ambas naciones provocó una devaluación de 3.7% del peso mexicano, y “aunque hoy se recuperó un poco, tenemos un acumulado de depreciación, aspecto en el que los hogares mexicanos deben poner atención”.
Esta volatilidad económica podría perjudicar otros canales de nuestra economía, como la caída de los precios del petróleo, que necesariamente afectaría las finanzas públicas. “Si ya tenemos una actividad económica débil y un menor gasto público, este panorama podría exacerbar las tendencias negativas”
En tanto, Alicia Girón consideró que si bien esta guerra comercial afecta la economía China, esta nación “sigue siendo una gran potencia; no olvidemos que tiene un proyecto de grandes inversiones que inició desde hace una década, además de la llamada ruta de la seda”.
México se encuentra dentro de un marco global de lento crecimiento económico, por lo que la política del actual gobierno mexicano debería fijarse como una de sus metas la inversión a través del sector público, lo que de alguna manera incentivaría un aumento de las inversiones para atraer al sector privado.