Amazon ha informado que está probando en la costa oeste de Estados Unidos una nueva fórmula que le permitirá asumir funciones de operadores como UPS o FedEx en algunos envíos, como un paso clave para tener un mayor control de la logística.
En concreto, el programa se ha denominado Seller Flex y está dirigido a los vendedores del marketplace de Amazon que no utilizan los almacenes y logística de Amazon y que deben gestionar directamente los envíos, utilizando los servicios de empresas de transporte de mercancías.
La compañía pretende supervisar la recogida de los pedidos en los almacenes de estos vendedores y el envío a los clientes finales. En este sentido, Amazon podría utilizar a las empresas de logística para la entrega final en casa del cliente (como hace con los pedidos de sus almacenes), pero asumiría el control del proceso de envío, algo que ahora depende de los vendedores.
Seller Flex se desplegará en todo Estados Unidos en 2018
Cabe resaltar que este programa ya se utiliza en India desde algunos años. En esta ocasión, ya se está probando en la costa oeste de Estados Unidos y la firma apunta a desplegarlo en el resto del país en 2018, y a evaluar otras posibilidades de expansión.
Con este nuevo programa, el gigante del comercio electrónico podría asegurar mejores tiempos de entrega para estos productos sin necesidad de tener que almacenar los artículos de estos vendedores en sus centros logísticos. Así, podría seguir ampliando el catálogo de referencias que ofrece en la cibertienda y asegurar altos estándares de entrega sin tener que realizar más inversiones en almacenes propios.
Este paso hace parte de una serie de acciones que Amazon ha llevado a cabo para depender menos de las compañías de transporte de mercancías. En Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con una flota propia de camiones y aviones. El objetivo primordial es controlar más estrechamente su cadena de suministro para acelerar las entregas y reducir los gastos de logística.