Uno de los objetivos en el corto plazo para la industria farmacéutica del país es promover nuevamente el desarrollo farmoquímico, para así dejar de depender de la importación de materias primas que se requieren en la elaboración de medicamentos, que asciende a 92 por ciento.
Con base en la coordinación que la industria farmacéutica está llevando con la Secretaría de Economía (SE), se detectó potencial en Guadalajara y el Estado de México para desarrollar la industria farmoquímica, expresó a El Economista Socorro España Lomelí, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam).
“En esas regiones ya tuvimos acercamiento, es el principio y ya estamos viendo la manera de acercarnos a entes que puedan invertir en México, tanto en el desarrollo regional en los productos que ya tienen como en el impulso de la industria farmoquímica”, expresó.
De acuerdo con la SE, en el primer trimestre del 2016, Jalisco y Estado de México se ubicaron en segundo y cuarto lugar, respectivamente, en captación de Inversión Extranjera Directa (IED).
Jalisco, estado donde se ubica el municipio de Guadalajara, captó 1,145.3 millones de dólares de IED, de los cuales 56%—es decir, 643 millones de dólares— correspondió al sector farmacéutico.
Mientras que el Estado de México captó 699.2 millones de dólares de IED, de los que 12% —equivalente a 84.4 millones de dólares— perteneció a la industria farmacéutica.
La directora ejecutiva de Anafam agregó que en el corto y mediano plazo hay un plan para que todos estos temas trasciendan en varias entidades, y se vean las áreas de oportunidades en la República Mexicana.
“Dentro de la política farmacéutica que tenemos, hay un pilar que es desarrollo regional; estamos buscando y trabajando arduamente al interior de las regiones de la República, buscando la manera en que haya inversión por parte de empresas o proveedores para desarrollar productos activos, y comience a crecer la industria farmoquímica en México”, explicó Socorro España.
En los 80 se realizaba 87% de los principios activos utilizados en la fabricación de medicamentos, pues se contaba con una industria, la cual se terminó por la firma de contratos y convenios en reducción y el retiro de aranceles que, al final, resultó más barato traerlo de cualquier lado que fabricarlo en México y hoy se están pagando las consecuencias, ha explicado anteriormente Dagoberto Cortés, presidente de la Anafam.
A inicios de junio, la industria farmacéutica se encontraba en conversaciones con las secretarías de Economía y Salud para considerar al sector como un factor estratégico de las finanzas nacionales, dijo a El Economista Rafael Gual Cosío, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).
El proyecto se encuentra enfocado en seis pilares, integrados por el desarrollo regional; fortalecimiento de la cadena productiva; innovación e investigación; comercio exterior; abasto institucional y atracción de inversiones.