En opinión de Banco Base, la apreciación semanal del peso fue incluso menor que la del resto de las divisas de economías emergentes, y entre los principales factores que evitaron una mayor ganancia está el hecho de que no se descartan nuevas amenazas arancelarias por parte de Estados Unidos.
La institución financiera señaló que el mercado sabe que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es impredecible y puede cambiar de opinión en la segunda mitad de julio, cuando se cumpla el plazo de 45 días para revisar los avances del acuerdo migratorio.
Además de que cualquier amenaza sobre los aranceles podría generar volatilidad en el tipo de cambio y una depreciación rápida del peso mexicano, por lo que los participantes del mercado toman sus precauciones, donde los niveles por debajo de 19 pesos fueron una oportunidad para comprar dólares con fines de cobertura.
La moneda nacional se apreció principalmente la tarde del miércoles, luego de que la Reserva Federal (Fed) adoptó un lenguaje más acomodaticio, elevando la probabilidad de un recorte a la tasa de interés en la segunda mitad del año, lo que no elimina la incertidumbre que representa la administración de Trump para México.
A lo anterior se sumaron los riesgos internos como la desaceleración económica y la probabilidad de otros recortes a la calificación crediticia de México, aunque influyó la publicación de la información económica que confirma dicha desaceleración de la economía mexicana.
Por otra parte, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante mayo el número de registros de empleo formal creció en tres mil 983 plazas, cifra que se ubica 88.3 por ciento por debajo de igual periodo de 2018, con lo que durante los primeros cinco meses del año los nuevos empleos formales ascienden a 303 mil 545 plazas, 38 por ciento menos que hace un año.
Ante este escenario, durante la semana la moneda nacional cotizó entre un mínimo de 18.8933 y un máximo de 19.2134 pesos por dólar.