Ahora que ya ha pasado el primer semestre del año, analistas se atreven a sacar conclusiones alegres. La consolidación de los precios del petróleo ha permitido que se retomen proyectos detenidos hace años, algunos incluso a la espera desde 2012, especialmente aquellos con inversiones en bienes de capitales sobre US$500 millones. Durante la primera mitad de 2017 el panorama se ve optimista: se han recibido 31 proyectos costa afuera, de los cuales el 48% supera el CAPEX de US$500 millones (considerados proyectos de gran envergadura).
Sin embargo, a pesar del aumento de autorización y concreción de proyectos, la gran mayoría de éstos fueron planificados y concebidos antes de que la industria cayera en desgracia, por lo tanto la larga espera se debió a un retraso involuntario producto de la caída de precios de petróleo e inestabilidad financiera de la industria completa.
Ahorro y eficiencia
Esto creó una oportunidad para los gerentes de proyectos, forzándolos a buscar alternativas de disminución de gastos operacionales para optiminar los escasos recuros disponibles. Por eso es que ahora que la situación financiera está más estable, hay un gran número de proyectos que reanudan sus planes.
Reducción de personal, eficiencia de consumo de recursos, entre otras medidas fueron las responsables de reimpulsar los proyectos offshore. Además, muchos operadores también han cambiado el foco en tuberías de transporte submarino en vez de mayor cantidad de hubs, aun cuando eso signifique disminuir el volumen de producción, adaptándose a la potencial baja de precio del petróleo “menos durante más tiempo”.
Por mientras, los proyectos de menos de US$500 millones de inversión son los protagonistas de esta ola de resucitación offshore, los cuales apuntan a aumentar el volumen de inversión en el largo plazo. Tendremos que esperar a que el año termine para ver si los precios del petróleo permiten el inicio de una nueva era de consolidación del ‘oro líquido’.
