La empresa considera que la congelación de las emisiones internacionales de deuda de sus filiales provocada por la inestabilidad ha durado demasiado y está dispuesta a lanzarse al mercado para reforzar tanto el capital como su liquidez.
BBVA tiene en su agenda tres emisiones de deuda pendientes de realizar antes de que termine el año. Una la hará desde la matriz y será de bonos sénior no preferentes. Las otras dos están asignadas a México y Turquía, dos de los países que más ingresos y beneficios aportan al banco. De hecho, la filial mexicana es el principal mercado de BBVA con 1,287 millones de euros, generó el 42.1% del beneficio neto en el primer semestre. De Garanti procedieron 282 millones, el 9.2% del resultado del grupo.
El banco tiene todo listo para colocar en el momento más propicio hasta 750 millones de dólares en deuda subordinada, según aseguran fuentes financieras, lo que permitirá apuntalar su liquidez y también su solvencia.
Será la primera emisión internacional de la filial mexicana desde enero del 2018, lo que implica 20 meses fuera del mercado, donde solo ha apelado al circuito local.
Respecto a Turquía, BBVA ha cuidado especialmente la situación de su banco desde que estalló la crisis, hasta el punto de que es la filial que más acopio de liquidez y de financiación ha hecho para hacer frente a cualquier imprevisto, como demuestran las ratios que miden estos parámetros. Sin embargo, también es la filial que más vencimientos pendientes tiene para este año, con compromisos de 3,200 millones de euros, frente a los 1,600 millones que le quedan por pagar a la matriz y los 500 millones de Estados Unidos, por ejemplo, según datos oficiales.
En México y Turquía la rentabilidad que exijan los inversores será más alta. En el primer caso, porque en el país norteamericano la colocación prevista es de subordinadas, una deuda que tiene más riesgo y, por tanto, debe pagar mayor rentabilidad. En Turquía, la razón está en el ráting de Garanti.
*Fuente: https://www.dineroenimagen.com/