Las inversiones que BMW ha realizado en el país así como la nueva planta en San Luis Potosí que abrirá en 2019, son decisiones tomadas y que la política de un país vecino no cambiará, indicó Alexander Wehr, presidente y director general de la empresa teutona en México.
Durante su participación en la Cumbre de Negocios, el directivo dijo que eligieron a México por su posición estratégica, logística, infraestructura y mano de obra calificada, por lo que es su estrategia y escenario actual. “Estamos comprometidos con México, eso no va a cambiar, quizá haya que hacer ajustes”, dijo.
Por su parte, Carlos Luna, director de relaciones gubernamentales de Volkswagen México, dijo que no consideran amenazas lo dicho por el Donald Trump, ya que no saben bien lo que vaya hacer cuando esté en la presidencia respecto a sus promesas electorales.
“Nosotros seguimos trabajando de la misma manera. No vamos a detener inversiones que ya están planteadas hasta 2020”, explicó el director.
Luna explicó que hay que esperar que se ponga sobre la mesa lo que va a suceder para poder tener una estrategia. Añadió que el presidente electo de Estados Unidos puede revocar el tratado o incluso el inciso de la industria automotriz, obligando a pagar un impuesto de 2.5 por ciento. “Eso significaría que los autos los van a pagar más caros los estadunidenses”.
Respecto a los componentes que se exportan a Estados Unidos, explicó que el tratado para el país es un ganar ganar. “Ganamos teniendo mano de obra, vendiendo a precios más competitivos para hacer sus productos competitivos. Estamos comprometidos con México”.
Juan Francisco Torres, socio de Hogan Lovells BSTL México, dijo que si hacen eso, los americanos se saldrían de mercado por una decisión iracunda. “Las elecciones no cambia la lógica económica de la industria automotriz. Habrá ajustes pero una cosa es eso y otra descarrilar una industria que tiene un efecto positivo en los tres países de la región norte”.
Añadió que existe un esfuerzo de cabildeo en Washington, para los que toman las decisiones de informar a la administración sepan las implicaciones de las decisiones que quieren tomar.
Agregó que no se puede hablar sobre una promesa de regresar empleos trasladando las plantas, ya que mucho del trabajo que se realiza en la industria es robotizado, además de la discrepancia de los salarios provocaría que nadie quiera realizar el trabajo y tuvieran que trasladarlo a otro país.
En este sentido, dijo que México es la mejor opción,ya que cuenta con mano de obra calificado para realizar algunos trabajos necesarios dentro de la línea de producción y es lo que distingue al país.