México ha registrado un mayor dinamismo y un más alto superávit en el comercio de vehículos pesados con Estados Unidos, frente a lo que ocurre en el intercambio bilateral de autopartes o automóviles, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio estadounidense.
En la balanza comercial con su vecino del norte en el 2017, México registró superávits en estos tres segmentos: de 29,172 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales; de 26,715 millones de dólares en automóviles, y de 26,207 millones de dólares en autopartes.
Desde otra perspectiva, en los últimos nueve años, periodo en el que se permite una base comparable en las cifras consolidadas del Departamento de Comercio, los vehículos pesados presentaron la mayor tasa de crecimiento de las exportaciones mexicanas entre esos mismos tres segmentos.
Del 2008 al 2017, las ventas mexicanas de camiones, autobuses y vehículos especiales al mercado estadounidense escalaron 261.7%, para llegar a 30,443 millones de dólares.
Con tasas de crecimiento similares, las exportaciones mexicanas de autopartes subieron 117.2%, a 25,914 millones de dólares; mientras que la de automóviles escalaron 114.2%, a 29,875 millones de dólares, comparando los mismos periodos.
Un análisis de la Cepal destacó que, al igual que en el caso de los vehículos livianos, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido “clave” para el desempeño de la producción mexicana de vehículos pesados.
Los fabricantes en México realizan actividades de ensamblaje, estampado y carrocería, produciendo una amplia gama de camiones para el mercado interno y la exportación. Existen 11 fabricantes de vehículos pesados y dos productores especializados en motores distribuidos en ocho estados del país, según ProMéxico.
Hasta la crisis del 2008, la industria automotriz mexicana presentaba una fragilidad importante, añadió la Cepal: una alta dependencia de los insumos importados y una red local de proveedores “incompleta y débil”.
Sin embargo, en los últimos años, la industria de partes, piezas y componentes ha registrado niveles récord de inversión que se han traducido en la expansión y modernización de la base productiva, así como en la llegada de más de 700 nuevas empresas proveedoras.
Bajo el TLCAN, se exoneraban todos los aranceles sobre importaciones automotrices siempre que se cumplieran las reglas de origen, un valor de contenido regional de 62.5% en el caso de automóviles, camiones livianos, motores y transmisión y de 60% en el caso de otros tipos de vehículos y partes.
En este marco, advirtió la Cepal, cualquier cambio importante de las actuales preferencias comerciales podría perturbar de manera considerable las cadenas productivas y de proveedores de América del Norte.